Así será el metro de Barcelona en el futuro: casi 200 kilómetros

El metro de Barcelona, que ha sido un símbolo de la movilidad urbana en la ciudad desde su inauguración en 1924, se prepara para un futuro ambicioso y expansivo. Con ocho líneas y 165 estaciones actualmente en operación, el suburbano barcelonés ha crecido significativamente desde sus inicios, adaptándose a las necesidades de una ciudad en constante evolución.

Sin embargo, los planes a largo plazo proyectan un sistema aún más extenso y eficiente, que podría alcanzar casi 200 kilómetros de longitud, conectando no solo los rincones de Barcelona, sino también sus alrededores y las ciudades vecinas.

La historia del metro de Barcelona

La historia del metro de Barcelona comenzó hace un siglo, cuando se inauguró la primera línea entre Lesseps y Plaça de Catalunya. Este hito marcó el inicio de una transformación radical en el transporte público de la ciudad, facilitando el desplazamiento de sus habitantes y modelando la estructura urbana que conocemos hoy. A lo largo de las décadas, el metro ha crecido de manera constante, incorporando nuevas líneas y estaciones para satisfacer las demandas de una metrópolis en expansión.

Inauguración del primer metro de Barcelona, en 1924 TMB

Para 2050, se prevé que el metro de Barcelona alcance una longitud total de 195.6 kilómetros, casi 50 kilómetros más que su extensión actual. Esta expansión no solo mejorará la conectividad dentro de la ciudad, sino que también facilitará el acceso a Barcelona desde las ciudades vecinas, transformando el transporte metropolitano en un sistema verdaderamente regional.

Expansión de la L9 del metro de Barcelona

Uno de los proyectos más destacados en esta expansión es la línea 9 (L9), que se convertirá en la más larga del sistema con 37.5 kilómetros. Esta línea unirá puntos clave como el Aeropuerto Terminal de Càrrega y La Ribera con Can Peixauet y Can Zam en Santa Coloma de Gramenet, facilitando los desplazamientos tanto para residentes como para turistas. La L9 no solo será un eje fundamental para la movilidad dentro de la ciudad, sino que también conectará áreas periféricas que, hasta ahora, han estado menos integradas en la red de transporte urbano.

Además, el crecimiento del metro permitirá la inclusión de nuevas ciudades en la red. Localidades como Sant Feliu, Esplugues y Sant Joan Despí estarán conectadas directamente con Barcelona, reduciendo los tiempos de viaje y promoviendo un desarrollo urbano más equilibrado en todo el área metropolitana. Este enfoque facilitará un acceso más equitativo a los servicios y oportunidades que ofrece la gran capital catalana, disminuyendo la dependencia del automóvil y potenciando un modelo de movilidad más sostenible.