Casi nueve de cada diez barceloneses defienden una regulación estricta de los patinetes

El patinete se ha consolidado en Barcelona como una opción de movilidad más en la amplia amalgama existente en la capital catalana. Su uso, que se ha disparado en los últimos años, ha aportado algunos beneficios, pero también dudas y perjuicios que continúan pendientes de resolución.

La regulación de este vehículo en la ciudad continúa siendo una materia pendiente y, además, necesaria para la mayoría de sus vecinos. Según una encuesta de EM-Analytics para GMG, --el grupo de medios donde se integran Crónica Global y Metrópoli--, realizada entre el 1 y el 15 de septiembre, el 85,7% de los preguntados se muestran a favor de que se establezca una regulación más estricta, frente al escaso 14,3% que no la consideran necesaria.

Unanimidad entre votantes

Esta práctica unanimidad se produce, también, entre los votantes de las diferentes formaciones políticas que tienen representación en el Consejo Municipal barcelonés. Los electores de ERC son los más exigentes en esta materia, con un 100% de encuestados que optan por regular de forma más severa. Le siguen, de cerca, los votantes socialistas (94,5%) y los de Vox (88,9%).

Pregunta en la encuesta para GMG sobre patinetes en Barcelona

Los votantes de los tres partidos restantes con representación municipal también exigen, con contundencia, un mayor control de los VMP. Los simpatizantes de Junts (83,3%), comunes (82,9%) y PP (80%) completan esta clasificación.

Ordenanza pendiente

Barcelona tiene pendiente desde inicios del año pasado la aprobación definitiva de la Ordenanza de Circulación, que conlleva una regulación más estricta de los patinetes. En febrero de 2023, la normativa se aprobó inicialmente. Desde entonces, continúa encallada a la espera de su paso por el pleno municipal para que el consejo dé su beneplácito definitivo.

EFE

La oposición marca sus requisitos para desencallar la regulación del patinete eléctrico en Barcelona

Entre las cuestiones señaladas en el texto de la ordenanza, se apunta que los VMP pueden tener uso de transporte personal o de mercancías, se prohíbe la circulación sobre las aceras y se obliga a los usuarios de estos vehículos a utilizar el casco, así como a la reducción de velocidad en zonas como los pasos de peatones.

La ordenanza limita la velocidad de circulación de los patinetes eléctricos a un máximo de 25 kilómetros por hora, reduciendo este límite hasta los 10 kilómetros por hora en caso de circular por carriles bici señalizados en aceras y por los parques públicos. Además, prevé que éstos puedan estacionar en las zonas de carga y descarga y en aparcamientos de bicicletas, así como que puedan estacionar en aceras de más de tres metros de ancho.

Proteger al viandante

Preguntados por este medio unos meses atrás, los grupos municipales que conforman el actual consistorio coincidieron en que la máxima prioridad de la nueva normativa debía ser la protección del viandante. Desde Junts, defendieron un texto “muy restrictivo” y la obligatoriedad de llevar casco y disponer de un seguro, mientras que el PP reclamó la matriculación de estos vehículos para facilitar su identificación “en caso de accidente o atropello”.

Dos personas circulan en un patinete en Barcelona ARCHIVO

Para ERC, el texto aprobado inicialmente resulta “una oportunidad perdida para proteger a otros colectivos vulnerables”, como menores que circulan en bicicleta por la calzada. Vox incidió en que "las zonas de plataforma única con circulación de patinetes y bicicletas deberían ser más restrictivas" que las actuales.

Por su parte, BComú se negó a posicionarse hasta la existencia de una "propuesta de ordenanza" que se traslade para su aprobación definitiva.