El Puente Aéreo entre Madrid y Barcelona, inaugurado en 1974, cumple medio siglo de vida, un aniversario en el que continúa resistiéndose a la competencia del tren de alta velocidad.
A día de hoy, la citada aerolínea ofrece 86 vuelos semanales en cada sentido entre Madrid y Barcelona. Entre semana opera 14 vuelos diarios de media y durante cada día del fin de semana.
Cuando se inauguró el servicio se establecieron 13 vuelos diarios en cada sentido en régimen de puente aéreo, además de otros cuatro de reserva.
Concentración de pasajeros
El año de su inauguración, el tráfico aéreo entre las dos ciudades se caracterizaba por una elevada concentración de pasajeros en determinadas horas del día y por un considerable porcentaje de viajeros que no se presentaban a sus vuelos con reserva.
Iberia buscó una solución alternativa a la reserva de plaza y a la asignación previa de asientos, adecuando los vuelos diarios a la fuerte demanda de viajeros de negocios. Así nació el puente aéreo, un sistema totalmente nuevo en Europa en el que el pasajero podía comprar su billete y salir en el primer avión disponible y sin reserva de asiento.
Resistencia frente a la alta velocidad
A día de hoy, la compañía opera el servicio en solitario, recuperando la capacidad prepandemia y resistiéndose a la competencia de la alta velocidad ferroviaria, que se ha incrementado en los últimos años con la entrada de nuevos operadores como Ouigo e Iryo.
Desde la liberalización del transporte ferroviario, que se hizo efectiva en 2021, el tren ha ganado 20 puntos porcentuales de cuota al avión en este trayecto.