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La línea de tren de alta velocidad (TAV) entre París y Lyon, la de más tráfico de Francia, cierra a partir de este sábado cuatro días para modernizar el sistema de señalización, lo que dejará sin servicio los trenes entre París y Barcelona hasta el próximo miércoles.



El corte tiene como principal objetivo aumentar la frecuencia de circulaciones de un máximo de 13 cada hora por sentido actualmente a 16 en el horizonte de 2030, según el operador de la infraestructura SNCF Reseaux.

Millar de trabajadores para las obras

Las obras ya habían comenzado hacía tiempo, pero SNCF Réseaux consideraba necesario suspender totalmente el paso de trenes durante cuatro días sobre todo para el cambio de cables y toda una serie de test, unos trabajos en los que van a estar implicados un millar de empleados.

Atraer nuevos operadores

La inversión total de esta modernización es de 820 millones de euros que, entre otras cosas, deben favorecer la entrada de nuevos operadores en esta línea que, por el momento explotan la compañía estatal francesa SNCF y la italiana Trenitalia, y en la que también quiere estar la española Renfe.

Ruta alternativa

Durante los cuatro días de cierre de la línea del TAV, los trenes entre París y Lyon, así como una parte de los que siguen después hacia Marsella o Montpellier, están siendo desviados por la línea convencional, lo que acarrea un tiempo de trayecto mucho más prolongado.



Así, por ejemplo, el trayecto París-Lyon durará estos cuatro días entre cuatro y cinco horas, en lugar de la hora y tres cuartos habitual.