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Las carreteras de Barcelona y su área metropolitana se han consolidado como las más peligrosas de Catalunya para los motoristas. Así se desprende de la 23ª edición del mapa de riesgo de la red viaria catalana presentado este miércoles por el RACC, y elaborado con la metodología internacional iRAP durante el trienio 2021-2023.

Josep Mateu, presidente del RACC; Cristian Bardají, Director del Área de Movilidad del club catalán; David Prat, Director General de Infraestructuras de Movilidad del Departamento de Territorio; Ramon Lamiel, Director del Servei Català de Trànsit; y Valentí Aceña, Gerente de Servicios de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputació de Barcelona, han valorado los resultados del informe. El escrito muestra ocho tramos de vías de Barcelona y su área metropolitana como carreteras en las que el 80% de los accidentes graves y mortales cuentan con la implicación de motocicletas y ciclomotores.

En el caso de la carretera de la Arrabassada, enquistada como la vía catalana con más riesgo de accidente y décima en la clasificación de siniestros de motocicletas, estos vehículos han participado en la totalidad de accidentes graves y mortales que se han producido.

Tramos

El tramo que une el enlace de la AP-2 con la ronda de Dalt, ronda Litoral y la C-32 es el que ha concentrado una mayor cifra de accidentes de ciclomotores y motocicletas en Catalunya.

Presentación del estudio en el RACC METRÓPOLI

Los trayectos entre el nudo de la Trinitat y el enlace con la B-20, A-2 y C-32, entre la salida de Barcelona por la avenida Meridiana y Cerdanyola del Vallès, y entre Sitges (C-246) y Esplugues (B-23), les siguen como vías catalanas con mayor siniestralidad.

Entre los ocho tramos de vías catalanas con más accidentes, todos ellos en el área de Barcelona, también se encuentran las conexiones entre Sant Cugat y Barberà del Vallès, entre El Prat (C-32B, C-31C) y L'Hospitalet (Gran Via), entre Barcelona (B-10) y Montgat (C-32), y entre Esplugues y el nudo de la Trinitat.

Carriles bus-moto

Para reducir la accidentalidad de estos vehículos en los accesos a la capital catalana, Lamiel ha rescatado la idea de articular carriles bus-moto en las vías rápidas de entrada a la ciudad. En este aspecto, se ha referido al carril que está en construcción en la B-23, y para el que se está trabajando con Territorio para que las motocicletas puedan circular.

Respecto a la extensión de esta planificación a otras vías, como la C-31 y la C-58, Prat ha mostrado la predisposición del Govern para su futura implementación. “Es una buena idea para reducir la accidentalidad”, ha señalado.

Incivismo en la Arrabassada

La Arrabassada es la única carretera del área metropolitana de Barcelona que aparece en el top 10 catalán de vías con mayor riesgo de accidente grave o mortal en Catalunya. Prat ha señalado que Territori realizó una inversión, en 2022, de 700.000 euros en infraestructura para mejorar la seguridad de la vía, pero ha sentenciado que la problemática real de la vía es el comportamiento de los conductores.

No hay correlación directa entre los accidentes de la Arrabassada y los trabajos de mejora de infraestructura, hay un problema de incivismo”, ha asegurado, tras lo que ha reclamado una mayor “presencia policial” en la vía, competencia del consistorio barcelonés.

Menos fallecidos en la AP-7

Lamiel ha reconocido que los accidentes en la AP-7 han sufrido un incremento en los últimos años, pero ha incidido en la caída de víctimas mortales derivadas de estos siniestros. Los 22 fallecidos de 2022, se redujeron a 11 en 2023 y a seis este año.

El director de Trànsit ha justificado este descenso en la reducción de las velocidades, lo que ha permitido “ganar tiempo de frenada” y evitar, así, accidentes por alcance. Lamiel también ha incidido en la importancia de la colocación de los carros-radar, uno de ellos dedicado a esta vía, además de contar con su presencia en la B-23 y en la C-31.

Vehículos pesados y bicicletas

Los tramos barceloneses que han concentrado más accidentes de vehículos pesados, que también han sido los que más siniestros han contabilizado en Catalunya, han sido los trayectos entre la AP-2 y el enlace con la B-20, B-10 y C-32 y el tramo entre el enlace de la C-60 y el Papiol.

En el caso de los ciclistas, los tramos entre Sant Boi (B-201) y El Prat (C-31) y entre Castelldefels (C-32) y El Prat (C-32B y C-32C), son los que han sumado más accidentes.