Una popular calle de Barcelona estará cortada al tráfico durante un año. Se trata de la transitada Comte d'Urgell, que sufrirá afectaciones por las obras de prolongación de la L8 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC).
Los trabajos, para minimizar el impacto en la circulación, se darán en dos tramos distintos. Desde el 20 de enero, se cortará el tramo entre las calles de Rosselló y de Còrsega y, a partir del 23 de febrero, entre la plaza de Francesc Macià y la calle de Buenos Aires.
Pantallas de 82 metros de profundidad
Estos cortes se requieren por el tamaño de la maquinaria que se necesitará para completar los trabajos, que deberá hacer pantallas de 82 metros de profundidad. El proyecto prevé la instalación de pantallas acústicas de tres metros de altura alrededor de los trabajos y otras de seis metros en los laterales y la parte trasera de la hidrofresa.
Desvíos de tráfico
El Ayuntamiento ha previsto desvíos de tráfico para dar alternativa a los cerca de 32.000 vehículos que circulan diariamente por el corte de Rosselló y los cerca de 18.000 vehículos que pasan por el tramo cortado de Francesc Macià.
Los vehículos que suben desde el barrio de Sant Antoni se desviarán por Rosselló hasta la calle de Calàbria, mientras que los que vengan desde la calle de Aragó a través de la avenida de Roma se desviarán por las calles de Aribau y de Casanova.
Un carril de la Diagonal, cortado
El Ayuntamiento ha previsto reforzar el giro desde la Diagonal hacia la calle de Numància en dos de los tres carriles. Además, cortará un carril de la Diagonal entre Numància y Francesc Macià para hacer más evidente el giro.
Estos vehículos deberán bajar hasta la calle de Paris para seguir su camino hacia el Eixample y la zona norte de la ciudad.
Además, se habilitará un carril de bajada en el primer tramo del lado mar de la avenida de Josep Tarradellas para permitir el giro hacia la calle del Comte Borrell y el posterior giro hacia la calle de Buenos Aires.