Los radares de Barcelona se han convertido en los grandes aliados de las arcas municipales. A un ritmo superior a las 700 sanciones diarias, estos dispositivos de control de velocidad dispararon sus flashes en más de 200.000 ocasiones el año pasado.
Según indican los datos municipales, la Guardia Urbana emitió 239.000 denuncias gracias a estos dispositivos entre los meses de enero y noviembre de 2024, lo que supone una elevada recaudación municipal.
Al cierre de esta edición, el Ayuntamiento no ha concretado a este medio qué cuantía económica ha obtenido mediante las sanciones impuestas por los excesos de velocidad detectados por los radares.
Incremento de radares
En los últimos años, el consistorio barcelonés ha incrementado notablemente la presencia de radares en la ciudad, una tendencia especialmente marcada en el último mandato de los comunes, cuando la cifra de cámaras se disparó en todos los distritos de la ciudad.
El cambio de gobierno municipal frenó esta tendencia, tomando una deriva pedagógica. A finales de 2023, el Ayuntamiento puso en funcionamiento 28 nuevos dispositivos que, en lugar de sancionar, reflejan la velocidad a la que circulan los conductores.
La teniente de alcalde de Movilidad, Laia Bonet, señaló que estos radares "recogen información sobre el comportamiento de los conductores de toda la red" y facilitan que "el área de Movilidad pueda tomar decisiones al respecto", dejando así la puerta abierta a una función sancionadora en caso de considerarse adecuado.
Radar más sancionador
Pese a la elevada cifra de fotografías realizadas por la totalidad de los radares barceloneses, uno de ellos destaca sobre el resto con una cifra sanciones digna de récord.
Entre enero y noviembre de 2024, el dispositivo ubicado en el número 563 de la avenida Meridiana 'disparó' en 30.567 ocasiones, emitiendo más de 90 denuncias diarias.
El citado radar se encuentra en la entrada a Barcelona desde la C-33, un tramo donde finaliza esta vía rápida y la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora.
Otros dispositivos
Barcelona también emitió, en 2024, miles de denuncias procedentes de la captación de imágenes con otros dispositivos. Los vehículos camuflados de la Guardia Urbana dotados con las cámaras del Sistema de Captación Dinámica de Infracciones (SCDI) interpusieron 4.829 sanciones.
En el caso de los foto-rojos, colocados sobre semáforos o junto a ellos para captar infractores que no los respeten, el Ayuntamiento formalizó 16.446 denuncias.
Cabe recordar que la legalidad de este último sistema está puesta en duda. En 2019, un juzgado de Bilbao estimó un recurso interpuesto después de que uno de estos sistemas sancionara a un conductor debido a su falta de garantías, por lo que se anuló una multa de 400 euros y la eliminación de cuatro puntos del carnet de un conductor.