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El caos en Rodalies se dispara en pleno verano. La llegada masiva de turistas que pasan unos días en Barcelona ha desbordado una red ferroviaria ya debilitada. Las aglomeraciones son constantes y los retrasos se han convertido en rutina.

Los trenes que conectan con el Aeropuerto de Barcelona-El Prat son los más afectados. Cada día registran incidencias, con vagones abarrotados y viajeros atrapados durante horas.

Un turismo que lleva el sistema al límite

Con 15 millones de turistas anuales, Barcelona es la ciudad más masificada del mundo. La presión turística ha llegado también al transporte público. Rodalies, que arrastra años de deficiencias, no resiste la avalancha estival.

Las estaciones clave, como Sants, Passeig de Gràcia o El Prat, viven escenas de colapso. Usuarios habituales y visitantes se mezclan en andenes saturados, con trenes que llegan tarde o no pasan.

Renfe admite el deterioro

El presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, ha reconocido este miércoles que la calidad del servicio está “muy deteriorada”. Lo considera una de las grandes “asignaturas pendientes” de la compañía.

Imagen de archivo de un tren de Rodalies / RODALIES

Según ha explicado en un encuentro organizado por Executive Forum, se está haciendo un “esfuerzo inversor sin precedentes”, con 600 millones de euros anuales destinados a mejorar Rodalies.

Indignación de los usuarios

Mientras tanto, el malestar crece. Los retrasos, cancelaciones y vagones abarrotados son el día a día de miles de viajeros. “En Rodalies lo único que crece es el desastre”, denunciaba un pasajero en redes sociales.

Para los usuarios, las inversiones llegan tarde y la saturación turística solo agrava un problema que lleva años sin resolverse.

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