Publicada

Este verano, Barcelona vive una auténtica explosión de movilidad, tanto por aire como por carretera.

Aena ha previsto coordinar hasta 21.337 vuelos durante el inicio de la temporada estival (primer fin de semana de julio), algo solo ligeramente inferior al récord del año anterior.

Viajeros en el Aeropuerto del Prat SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Solo en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona‑El Prat están programadas unas 3.134 operaciones, con un pico de 1.084 vuelos el pasado viernes, consolidándolo como uno de los aeropuertos más activos del país.

Miles de vehículos por carretera

En tierra, el Servei Català de Trànsit estima que entre jueves y viernes han circulado más de 560.000 vehículos saliendo del área metropolitana de Barcelona, principalmente por la AP‑7, desde Sant Cugat del Vallès hasta Llinars del Vallès y entre Castellbisbal y Gelida.

Estas cifras convierten a esta zona en uno de los principales focos de congestión durante las primeras operaciones salida del verano.

Vehículos abandonando Barcelona por la AP7

Tendencia al alza

El flujo de pasajeros se concentra especialmente en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga e Ibiza, aunque la capital catalana se mantiene como epicentro logístico con un volumen significativo de desplazamientos.

Viajeros en el Aeropuerto del Prat SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Mientras tanto, Ryanair ha ampliado su oferta en aeropuertos nacionales como Barcelona pese a recortes en otras plazas, lo que refuerza la conectividad aérea desde la ciudad en 2025.

Estas cifras confirman una tendencia al alza: la red aérea española busca superar los límites de capacidad de El Prat, que ya superó los 55 millones de pasajeros en 2024, y prepara su ampliación para absorber hasta 70 millones en los próximos años