Alerta en el barrio de Torre Baró de Barcelona por el aumento de robos del cableado eléctrico

Desde hace unos meses, los vecinos de esta montañosa zona de Nou Barris son víctimas de estos hurtos, que dejan sin luz al barrio con cada episodio. El fenómeno no es nuevo, pero ahora no pasan varias horas seguidas sin que el grupo, al que la policía intenta dar caza, se lleve el cableado de cobre de las farolas de la calle.

Cableado eléctrico en Torre Baró CEDIDA

"No se ve nada"

El aislamiento del barrio en lo alto de Barcelona y la difícil accesibilidad a él hacen de Torre Baró el escenario perfecto para cometer los robos impunemente. Lo explica a Metrópoli la presidenta de la Asociación de Vecinos, Valeria Ortiz: "El último autobús que sube aquí pasa sobre las 22:30 horas porque vivimos en la montaña y cuando las calles están oscuras, no se ve nada".

El tema, dice Valeria, era "ocasional": "Se lleva haciendo tranquilamente unos 20 años. Venía, robaban, se reponían los cables y fuera". Pero el crecimiento de este delito hoy es alarmante: "Si ponen cables esta noche, por ejemplo, mañana ya no los tienes", lamenta la vecina.

Cableado eléctrico en Torre Baró CEDIDA

Con linternas

Y es que tampoco es difícil robar el cable. Este pende de las farolas de la zona, todas de madera y muy degradadas por las termitas: "Lo hacen de madrugada y no los ve nadie. Es a diario desde hace unos cuatro o cinco meses", aclara Valeria.

Un suceso que deja en la oscuridad a Torre Baró y que obliga a sus residentes a deambular por él linterna en mano. Lo que también provoca más histeria entre una población que convive con jabalíes y serpientes, en plena naturaleza, y no sabe lo que puede encontrarse.

Piden soterramiento

La solución más clara, exponen desde la asociación, es la del soterramiento del cableado: "Endesa también debería darse cuenta de cuántos metros de cable ha respuesto aquí durante los últimos años y tomar cartas en el asunto". O, como mínimo, añaden, que pongan cables de aluminio: "Son conectores y nadie los robará".

Por el momento, a los afectados les queda el contacto permanente con el Ayuntamiento de Barcelona, que intenta en vano paliar las consecuencias de los robos.

Vigilancia policial

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana han intensificado su presencia en Torre Baró. Los agentes controlan el acceso por carretera al barrio y también realizan controles de tráfico en puntos estratégicos. 

Una medida que genera algo más de confianza entre los casi 3.000 vecinos que conviven en la zona y buscan por todos los medios que la administración y las autoridades competentes reparen en ellos como en el resto de barceloneses.