Ruido, drogas, okupaciones, basura, peleas, amenazas, intentos de secuestro y de asesinato... Los vecinos de Verdum han llegado al límite. Hace 12 años que comenzaron a denunciar problemas de incivismo en la zona que comprende las plazas de Joan Riera y Charlot y la situación ha escalado a tal punto que algunos residentes de toda la vida se han visto expulsados.
Unos pocos vecinos del barrio, los que se han atrevido a hablar, han contactado a Metrópoli bajo el anonimato, hartos de las “falsas promesas” del Ayuntamiento de Barcelona.
“No es un problema nuevo o algo que el Ayuntamiento no tenga conocimiento. Hace muchos años que nos quejamos”, ha explicado una vecina a este medio.
Triángulo de incivismo
El triángulo peligroso de Verdum se ubica en la plazoleta de Charlot y la calle Joan Riera, por encima de la rambla Via Júlia. Ese espacio, que se recorre en cinco minutos, concentra narcopeluquerías, edificios okupados, discotecas y comercios donde venden drogas a plena luz del día.
Comercio de la calle de la Font d'en Canyelles donde se sospecha que hay venta ilegal de alcohol
Si bien la delincuencia existe desde hace años, ha habido épocas donde ha estado más controlada, como la del verano de 2024. Sin embargo, han señalado los vecinos, desde junio ha habido un repunte muy fuerte.
Los residentes del barrio sienten que están totalmente abandonados tanto por parte de las autoridades, como de las instituciones y hasta de las propias asociaciones vecinales, que se centran “en otras cuestiones” en vez de en denunciar la problemática.
“Se han hecho muchas redadas, pero nunca hay forma de pillar a nadie. Nuestra sensación es que es intencional, porque todos sabemos quienes son desde hace años y lo que hacen”, han explicado los vecinos de Verdum.
Se les ha indicado a las patrullas en numerosas ocasiones donde se esconde la droga, pero, "como mucho", los policías han denunciado a algunas personas por consumo en la vía pública.
Amenazas por quejarse
Dentro del epicentro de inseguridad que es esta zona de Verdum, hay un par de focos que se llevan la peor parte. Uno de ellos es la plaza Charlot, rodeada de locales de venta de droga y de ocio nocturno, lo que provoca peleas y gritos a altas horas de la madrugada.
“Utilizan las ventanas como barra de bar”, han criticado.
Plazoleta de Charlot en el barrio de Verdum de Barcelona
Además de tener dificultades para conciliar el sueño, los residentes de la zona deben andar con pies de plomo cuando llaman a la Urbana o se quejan por el miedo a las represalias.
Okupaciones
El segundo foco es la plaza Joan Riera, donde hay personas que viven día y noche, haciendo “botellón”. Pero eso “es solo la punta del iceberg”, han señalado los vecinos.
Junto a la plaza hay un edificio de viviendas okupado totalmente, el de la calle Almagro.
Verdum denuncia que en más de una ocasión se han encontrado con que las personas sintecho o los okupas del edificio se meten dentro de los portales de las viviendas que dan a la plaza y que deben estar en continua vigilancia para que no suban a los pisos.
Edificio okupado de la calle Almagro en Barcelona
Las personas que viven allí, a menudo, han tenido que volver corriendo a sus viviendas para frenar okupaciones. Se trata de una práctica común en prácticamente toda la zona, pues otros vecinos se ven obligados también a hacer maniobras como dejarse la radio encendida o ayudarse entre ellos para subir y bajar las persianas o encender las luces de los pisos cuando quedan vacíos.
“Mientras el edificio de la calle Almagro siga okupado, no dejaremos de tener problemas porque genera un efecto llamada”, han argumentado los vecinos.
Incendio en una vivienda insalubre
Toda la inseguridad que se acumula en la zona es una bomba de relojería que acaba estallando. El último gran susto fue un incendio que ocurrió el pasado 10 de septiembre en una finca junto a la plaza Joan Riera y que puso en peligro a una de las vecinas del barrio.
En la vivienda, señalaron a Metrópoli, vive una persona que sufre graves problemas de drogodependencia y de salud mental, además de que vive en condiciones insalubres.
Apuntaron que las llamas, probablemente, se originaron porque estaba consumiendo estupefacientes.
La vivienda quemada, de hecho, tiene una planta extra ilegal en la terraza que "en cualquier momento" podría caer.
Vivienda junto a la plaza Joan Riera de Barcelona, todavía con restos por el incendio del pasado diciembre
“Complejo de barrio”
Con todo, los vecinos de Verdum tienen algo que han denominado como “complejo barrio”. “Yo no hago vida de barrio, la tengo que hacer fuera. No me permiten hacer nada más”, ha afirmado uno de ellos.
El tono es amargo, pues se ven completamente solos ante la situación. De mientras, se muestran dudosos de llevar a gente a casa "por vergüenza" y porque es inseguro a ciertas horas.
“Si el concejal Xavier Marcé viviera en plaza Charlot o en Joan Riera, ya estaría arreglado el problema”, han lamentado.
Una unidad nocturna para tres distritos
La raíz del foco de incisivmo deriva del hecho que en Nou Barris hay solamente una unidad nocturna de la Guardia Urbana, que se comparte con los distritos de Sant Andreu y Horta-Guinardó.
Por tanto, de noche, cuando la conflictividad alcanza su punto más alto, más de una vez los vecinos de la zona que han llamado al 112 se han quedado ‘tirados’ porque o bien las patrullas han tardado en llegar o incluso ni han aparecido.
Un coche de la Guardia Urbana de Barcelona por la noche / @BARCELONA_GUB
“Creemos que al Ayuntamiento le va bien tener en un espacio tan pequeño toda la ‘purria’ de Barcelona o gran parte, porque mientras estén aquí no se van a otro lado”, han criticado.
La delincuencia ha llegado a tal punto que incluso ha afectado a otros barrios del distrito como La Guineueta, Porta, Prosperitat y Canyelles, han explicado.
Fuentes municipales han negado tener constancia de estas quejas vecinales y han asegurado que las llamadas a Emergencias siempre se atienden a través de la sala conjunta de comando, donde están presentes tanto la Guardia Urbana como los Mossos d’Esquadra.
Además, han matizado que siempre se atienden por grado de urgencia. Un aspecto que, precisamente, los vecinos de Verdum también han notado, pues las patrullas nunca llegan, especialmente, si hay un caso de violencia de género.
“Hay una falta de recursos flagrante”, han denunciado los residentes.
Unidad nocturna para el distrito
En este sentido, en la última Comisión de Seguridad se aprobó una proposición de ERC que instaba al consistorio a crear una unidad nocturna específica para Nou Barris, adicional a la que se creará en Sant Andreu a finales de este año, lo que aliviará los efectivos policiales en los tres distritos que actualmente comparten.
Pese a haber recibido luz verde, el teniente de alcalde Albert Batlle apuntó que no podía comprometerse a aumentar la presencia policial en Nou Barris porque dependía de “la capacidad presupuestaria”.
Una nueva unidad nocturna supondría de una dotación física de las comisarías, más agentes y la previsión de su equipación. Pese a que esa es “la hoja de ruta” para este mandato, Batlle dudó de si podría realizar de inmediato.
Barcelona reconoce la problemática
Por otro lado, fuentes del distrito de Nou Barris han confirmado a Metrópoli que son “conscientes” de la problemática en las plazas de Joan Riera y Charlot y han indicado que se han reunido en diferentes ocasiones con las entidades de la zona “para compartir las medidas puestas en marcha y hacer un seguimiento de las mismas”.
Nou Barris destaca diferentes dispositivos de seguridad, el último de ellos en la segunda quincena de este octubre, que terminó con la detención de una persona acusada de un delito contra la salud pública.
Además, han explicado las fuentes municipales, se han realizado inspecciones en locales que incumplían la normativa sobre la venta de bebidas alcohólicas y se están impulsando actividades infantiles y comunitarias que se llevarán a cabo próximamente.
Limitar las licencias y más inversión pública
Además de reforzar la patrulla nocturna en la zona, los vecinos de Verdum piden un plan de usos para limitar las licencias, especialmente, en los locales de ocio nocturno.
“A pesar de que ya le han cerrado otros locales por ser problemáticos, la misma propietaria sigue abriendo nuevos sin que le pase nada”, han destacado los residentes.
Local "La Patrona" en Verdum, Barcelona
También piden más inversión urbanística porque las calles están “muy dejadas” y desalojar el edificio okupado de Almagro y otros locales de la zona afectada para convertirlos en equipamientos públicos.
Asimismo, han urgido a que haya una representación LGTBI en el barrio porque algunas personas del colectivo han sufrido ataques homófobos.
