Es algo que sucede con más frecuencia de la que gustaría a muchos. Con las cuentas tremendamente ajustadas, se acerca la recta final de mes y, de repente, aparece un gasto con el que no contabas. Una avería en el coche, algo que falla en la fontanería de casa o mil razones más pueden provocar que tengas que hacer un gasto con el que no contabas y que te plantees solicitar una ayuda económica.
La situación ha cambiado bastante con respecto a unos años. Para estas situaciones, muchas personas se planteaban recurrir a créditos al consumo o créditos urgentes con el fin de poder capear esta complicación de dinero. Y decimos que ha cambiado porque, ahora, los bancos han tenido que echar el ancla ante estas situaciones. Debido al voluminoso incremento de solicitudes, y para evitar una morosidad que comenzaba a alcanzar unos índices peligrosos, han tenido que cambiar sus condiciones.
Condiciones para productos financieros que han visto una escalada en requisitos, lo cual ha provocado que los consumidores se lo piensen más antes de pedir un préstamo de este tipo. De hecho, ahora se buscan otras opciones alternativas en la red, donde están proliferando soluciones como los créditos urgentes online. Un producto financiero pensado para estos gastos inesperados. No obstante, conviene conocerlo a fondo para saber si es el mejor camino a seguir en estas circunstancias.
CÓMO SON ESTOS CRÉDITOS
Conocer las características de los préstamos urgentes en general es un buen punto de partida para poder trazar las líneas claras sobre el mejor camino frente a un gasto inesperado. Estos productos proponen una solución financiera que sobre el papel es bastante interesante, de hecho los ofrecidos por las financieras más reputadas pueden ser una muy buena propuesta para casos de urgencia.
Aun así, conviene saber que hablamos de unos préstamos que, por lo general, no ofrecen cantidades demasiado elevadas, aunque tampoco es necesario que se lancen a cifras económicas altas, sobre todo porque los gastos imprevistos no suelen ser cuantiosos, salvo excepciones muy contadas. Asimismo, hay que subrayar también que sus plazos de devolución no son tampoco muy versátiles.
DEVOLUCIÓN EN UN MES
Echando un vistazo al panorama general de las financieras online, vemos que aquellas que ofrecen las cantidades pequeñas, es decir, las que centran su oferta en los créditos urgentes online, suelen poner un plazo máximo de pago de 30 días.
Eso implica el abono de una cuota única en el peor de los casos, o lo que es lo mismo, mover el pago a realizar a otra fecha más tardía. No se fraccionan los pagos y, por lo tanto, solo mueves en el calendario el importe a pagar.
OJO A LOS INTERESES, COMPARA OFERTAS
A eso hay que sumar la presencia de unos intereses que muchos subestiman más de lo que deberían. Aunque no es algo que hagan todas las compañías, sí que es cierto que en la mayoría de ocasiones hay que pagar un porcentaje adicional bajo este concepto. Extra que puede ir desde un 3% o un 10% hasta un 100% o un 200%. Generalmente, las entidades que hacen las propuestas aparentemente más flexibles en cuanto a pagos y cuantías suelen colar este tipo de interés, provocando así que el consumidor pague hasta el triple del dinero que necesitaría.
Es conveniente estudiar muy de cerca las propuestas de cada financiera en este ámbito. Por eso, te aconsejamos ver más información aquí para ampliar lo explicado y, sobre todo, poder analizar caso por caso si decides optar por esta solución. No obstante, como también avanzábamos antes, puede caber la posibilidad de que pienses en tirar de ahorros que que pudieras tener para los gastos imprevistos.
¿ES MEJOR AHORRAR O PEDIR UN CRÉDITO?
Huelga decir que, en caso de poder hacerlo y gastar ese dinero ahorrado, es mucho mejor que optar por préstamo urgente o cualquier otra solución financiera del estilo. Es un dinero que ya tienes, que está libre de condiciones de ningún tipo y que, por supuesto, no implica ni fraccionarlo para devolverlo ni tampoco tener que pagar más de lo que debes afrontar por ese gasto con el que no contabas. Una cifra clara y justa, sin letra pequeña, ni contratos, ni cláusulas peligrosas.
En el caso de tener la posibilidad de hacerlo, siempre es mejor aprovechar los ahorros que solicitar un crédito urgente por internet, o incluso a una entidad financiera o bancaria tradicional. Estos se pueden considerar una solución útil, pero siempre es mejor tenerlos como un plan B frente a estos imprevistos. Y es que, en ocasiones, pueden acabar haciendo que tu deuda sea todavía más grande. Al final, harían que el remedio fuera peor que la enfermedad, y en situaciones como esta lo mejor siempre es atajar cuanto antes la deuda para poder desentenderse de ella rápidamente.
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