La llegada de la pandemia de coronavirus no ha hecho más que agudizar una tendencia que era notoria hace ya mucho tiempo: vivimos en un mundo digitalizado que se mueve cada vez más rápido.
Los constantes desarrollos vinculados a las nuevas tecnologías y a la conectividad a internet han hecho que la globalización esté presente en cada uno de los aspectos de nuestra vida: la música que escuchamos, las series que miramos todas las noches e incluso la manera en la que pensamos al mundo. Es en este contexto en donde conocer nuevas lenguas se convierte en algo de vital importancia.
EUROPA, REFERENTE DEL APRENDIZAJE
Sin ir más lejos, es interesante tener en cuenta que en Europa muchos países tienen distintos idiomas oficiales, como puede ser el caso de Bélgica, en donde se habla flamenco y francés, además de una fuerte presencia del idioma alemán, aunque no sea considerado una lengua oficial. A su vez, en las escuelas se prioriza la enseñanza del idioma inglés e, impulsados por el turismo, muchas personas se vuelcan por el aprendizaje del idioma español.
Esta condición, por ejemplo, hace que Bélgica ocupe un lugar en los 10 países europeos más propicios para el aprendizaje de idiomas de acuerdo a un estudio reciente sobre el tema.
LUXEMBURGO
En esa misma investigación, Luxemburgo ocupa el primer puesto como entorno favorecedor de la adquisición de nuevas lenguas. De acuerdo a distintas estadísticas, este pequeño país tiene al 75% de su población adulta y activa a nivel laboral con la capacidad de hablar entre tres y cuatro idiomas extranjeros.
Esto es un dato muy relevante cual en relación a otros países de la región. Y si bien es sabido que Europa es un continente con múltiples lenguas es clara, las tendencias a priorizar algunos idiomas sobre otros son bastante claras.
INGLÉS Y ALEMÁN
El inglés, por supuesto, ocupa el primer lugar, con cerca del 90% de las personas estudiándolo a nivel escolar. En segundo lugar, encontramos al francés, lo cual resulta sorprendente por un lado, pero más que entendible si se tiene en cuenta su enorme peso cultural y político en la historia moderna de la humanidad.
En tercer lugar, está el alemán, con un 20%. Recién en cuarto lugar aparece el idioma español, fuertemente apalancado sobre todo por la industria turística y la necesidad de entablar comunicación con los viajeros que vienen desde América Latina.
POTENCIAR EL CONOCIMIENTO
De esta manera, existe el desafío de potenciar todas las herramientas que se encuentren al alcance de las instituciones educativas. Así, se podrán alcanzar resultados que se parezcan al de los países nórdicos como Suecia, Dinamarca y Finlandia (los cuales siguen a Luxemburgo como el mejor lugar para aprender idiomas) y de esa manera potenciar el conocimiento y la educación de las personas para que estén preparadas para un mundo repleto de diversidad cultural y nuevos desafíos.
Comenzar con la educación de lenguas extranjeras a una edad temprana es una de las grandes cartas ganadoras.
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Artículo especial.