¿Qué música puedo escuchar mientras estudio?

Antes de comentar qué tipo de música puedes escuchar para relajarte y motivarte a estudiar, es conveniente que sepas que cada persona es diferente y puede que lo que funcione para otra no funcione para ti o, simplemente, no te permita concentrarte. Un tipo de ritmos muy extendidos y que suele funcionar es la música lofi, gracias a su tono tranquilo que ayuda a la motivación. 

EL AUGE DE LA 'MUSICA LOFI' PARA ESTUDIAR 

La música Lo-Fi, también definida como lofi, está en auge en la actualidad, gracias a la sencillez de su composición: ritmos relajantes que nos ayudan a concentrarnos, ya sea estudiando o trabajando. Es un tipo de música nostálgica, que además está grabada con baja calidad y de modo casero, por lo que contenta a gran parte de la población: por un lado, a los milenials, a quienes recuerda a la década de los 90; y por otro, a la generación Z, ya que algunos sonidos recuerdan a los videojuegos. 

Sin ir más lejos, solo hay que ir a YouTube y buscar este tipo de canciones para ver los millones de vídeos y reproducciones que hay, incluso vídeos interminables de canciones en tiempo real o listas de reproducción. 

¿LA MÚSICA NOS AYUDA A ESTUDIAR?

Escuchar canciones puede preparar a tu cerebro para entrar en un estado mental que beneficie al estudio, aunque no todos los géneros musicales funcionan para ello. Lo primero que se supone que necesitas para concentrarte es estar en una habitación donde reine el silencio, pero a muchas personas esto no les funciona, y prefieren motivarse escuchando alguna melodía. Cuando decimos “música” no hablamos de todos los géneros musicales en general: no intentes escuchar rock o heavy metal, ya que esto probablemente te distraiga. Asimismo, huye de la radio: si te salen anuncios o de repente habla un interlocutor, es probable que pierdas la concentración. 

Acude a géneros como el comentado lofi, u otros estilos como el chill out o la clásica (puedes apoyarte en autores como Mozart, Beethoven o Bach). Otra opción son incluso los sonidos de la naturaleza, ya sea que se apoyen en canciones de fondo o estén puramente grabados; así como las listas de reproducción de canciones para concentrarse.

EL LLAMADO EFECTO MOZART

La música sin letra o carente de ritmos movidos es más propia para concentrarse, ya que ayuda a que nuestro cerebro tenga una mayor atención. Por ello, la clásica es una recomendación habitual a la hora de motivarnos para adquirir conocimientos y estimular a nuestra mente para memorizar. Así lo recogió un estudio de la Universidad de Helsinki, que comprobó cómo la música clásica es el género que más incide sobre la estimulación del cerebro.

De hecho, hay un llamado Efecto Mozart, analizado por un estudio de las Universidades de Kioto y Harvard, que observaron cómo personas de entre ocho y nueve años y de 65 a 75 años rendían mejor escuchando a Mozart que sin escucharlo o escuchando otro tipo con más ritmos. 

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