Librería Byron Barcelona
Cuatro libros de aquel 1975
"Cualquiera de ellas y todas ellas invitan a seguir leyéndolas o a releerlas medio siglo después"
Aquel 1975, se publicaron en Barcelona cuatro libros importantes de la historia de la literatura. Dos de autores consagrados: El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez (Colombia, 1927- Méjico, 2014), en marzo. Y Juan sin tierra, de Juan Goytisolo (Barcelona,1931-Marruecos, (2017), en abril.
A ellos se les sumaron dos noveles con óperas primas: Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) con La verdad sobre el caso Savolta, y Carme Riera (Palma de Mallorca, 1948) con Te deix, amor, la mar com a penyora.
Los cuatro vivían en Barcelona, que era la ciudad abierta y culta que lideraba la industria editorial, la discográfica y la publicitaria. Donde ya se respiraba creatividad y libertad desde antes de la agonía y muerte del dictador.
Editado por Plaza&Janes, El otoño del patriarca se imprimió en Esplugues de Llobregat. Juan sin tierra la publicó Seix Barral, impresa también en Esplugues. La verdad sobre el caso Savolta fue editada por Seix Barral en su imprenta en Sant Joan Despí.
La editorial izquierdista Laia publicó la ópera prima de Carme Riera, que después ella versionó en castellano como Te dejo, amor, el mar como prenda. La editorial Alfaguara la ha reeditado con motivo de su 50 cumpleaños.
Aquel libro devino un referente de la literatura catalana y situó a Riera en la historia de la literatura feminista. Posteriores ensayos sobre los poetas de la Escuela de Barcelona (Barral, Gil de Biedma, Goytisolo) y el Siglo de Oro español la llevaron a la silla ene de la Real Academia.
La primera novela de Eduardo Mendoza fue el inicio de una carrera que le han valido los premios Planeta, Cervantes y el Príncipe de Asturias, entre otros. Otra obra posterior, ya clásica, es La ciudad de los prodigios, también ambientada en la Barcelona de la fiebre de oro y el pistolerismo.
El Premio Nobel García Márquez publicó el otoño del centenario dictador sudamericano, general Zacarías, y fue el libro más vendido en la España de 1975. Le habían precedido El coronel no tiene quien le escriba y Cien años de soledad.
Juan Goytisolo ya era considerado el narrador más importante de la Generación de los 50, aunque a causa de la censura había publicado en Méjico Señas de identidad y Reivindicación del Conde Don Julián.
“Durante el fin de semana, los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial”, comienza El otoño del patriarca. “Según los gurús indostánicos, […] el cuerpo humano, purgado de apetitos y anhelos, se abandona con deleite a una existencia etérea”, empieza Juan sin tierra.
“Dígame su nombre y profesión. Javier Miranda, agente comercial”, inicia La verdad sobre el caso Savolta. Arranca Te deix, amor, la mar com a penyora: “Des d'aquí, des de la meva finestra, no puc veure la mar. Només uns niguls de mal color, desfent-se, i la punta d'agulla del temple del Tibidabo”.
Cualquiera de ellas y todas ellas invitan a seguir leyéndolas o a releerlas medio siglo después. Aprovechando que el otoño es tiempo de aquella nostalgia que sólo sirve para la literatura.