Esta mañana nos hemos despertado con la detención de Sandro Rosell por blanqueo de capital. En las redes sociales se detectaba un cierto disfrute por la noticia, y no sólo por el deseo de acabar con la corrupción... Pese a ser el presidente del Barça más votado, nunca se supo el más querido. Falta de carisma y una imagen que, por o pese a sus esfuerzos por caer bien, crea antipatía.
Sonrisa perversa: Cuando un primate se siente amenazado, exhibe todos sus dientes apretados (puedo atacar). Pese a que los humanos ya no agredamos con los dientes (exceptuando a Tyson), observar toda la dentadura en una sonrisa provoca que el gesto se advierta como falso o, peor todavía, perverso.
Bruteja: Hay personas que podrían pasarse el día en la ducha y vestir con las mejores marcas de ropa (Rosell prefiere las italianas, cómo no) y seguirían levantando sospechas sobre su falta de higiene ética. Es el caso. Y "bruteja" tanto cuando interpretaba el papel de insoportable pijo -con traje, corbata y afeitado- como cuando tomó una apariencia de dejadez para presentarse ante el juez (cabeza rapada y barba). Las greñas en la nuca de antaño y los persistentes sudores y brillos en la frente no ayudaban tampoco.
Abrazo de Judas: En su tiempo como presidente sentía cierta necesidad de tocar y manosear públicamente a todos aquellos compañeros (entrenador, jugadores...) para demostrar que tenía muy buen rollo con todos ellos. Pero en vez de acallar los rumores sobre la falta de afinidad dentro del club blaugrana, los acababa alimentando. Los que recibían sus "mimos" se sentían incómodos e intentaban apartase desesperadamente de él (ninguno lo miró a los ojos porque no existía ninguna complicidad). El abrazo a Guardiola, Messi o Abidal son claros ejemplos.
Pleitesía: Desgraciadamente en los palcos de aquí y de allá se gestionan muchos más asuntos que los estrictamente deportivos. Por eso, la genuflexión (vasallaje) que le dedicó Sandro Rosell al capo Florentino Pérez en el clásico celebrado en el Camp Nou en 2013 no gustó nada pero explicó muchas cosas...
Manchar la camiseta: Decidió sustituir llevar tatuado en la camiseta del Barça el nombre de Unicef por el de Qatar Foundation y Qatar Airways. En el mundo de los negocios existen dos tipos de empresarios: los que saben vender (aunque sea algo tan inmaterial como un principio ético y moral) y los que se venden (y comerciarían hasta con su madre).