Desde finales del pasado 2017 podemos disfrutar de la casa más exótica de Antoni Gaudí. La primera que ideó el arquitecto y la única que permanecía fuera del alcance de los curiosos. El responsable de abrirla al público ha sido MoraBanc. La compró —es casi un secreto de estado el precio que han pagado a la familia Herrero Jover, sus últimos propietarios— y la reformó a través del despacho de arquitectos formado por José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres. De la rehabilitación y la restauración sí tenemos cifras: 4,5 millones de euros.
La adquisición de la casa de veraneo que encargó el bróker Manuel Vicens en 1883 se ha llevado a cabo a través de una sicav (o sociedad de capital variable, cuyos rendimientos y plusvalías tributan al 1 %): Amura Capital. Fue una de las últimas decisiones que tomó Francesc Mora Sagués durante su mandato como presidente del grupo. Estuvo al frente hasta el año 2016 cuando le sucedió Jordi Mora Magriñà.
El banco andorrano compró la casa en enero del 2014. Justo un año después quiso ampliar su cartera de negocios en España con la toma del 85 % de la sociedad de gestión de patrimonios Tressis. Una compra que contaba con una pequeño problema de imagen para los andorranos. Y es que entre los accionistas de la firma se encontraba Javier López Madrid (el compi yogui de la reina doña Letizia, salpicado en el caso de las tarjetas black así como por el presunto acoso sexual a la doctora Elisa Pinto, con el comisario Villarejo de por medio). Finalmente la CNMV abortó la operación. El equipo gestor lo volvería a intentar permitiendo esta vez la entrada en el accionariado del grupo chino Haitong Capital. Dispondría así de suficiente liquidez como para comprarle a López Madrid su parte (próxima al 25 % del total). Esto es, el compañero del matrimonio real se habría embolsado 14 millones de euros. No obstante, el segundo intento también resultó fallido. El yerno de Juan Miguel Villar Mir (OHL) tendrá que esperar para hacer caja.
Visto lo anterior, resulta curioso saber que el distrito de Gràcia tiene pensado aprobar el cambio de nombre de la vecina avenida del Príncep d’Astúries, en origen el límite de los jardines de la Casa Vicens. Se recuperará, así, su nombre primigenio: Riera de Cassoles. El acceso a esta joya orientalista de Gaudí se lleva a cabo a través de la calle de les Carolines, El nombre se debe al archipiélago del pacífico que en su momento perteneció al Reino de España. Tras el desastre de 1898 las islas se vendieron a Alemania por 25 millones de francos. En la actualidad forman parte de los Estados Federados de Micronesia.