El incomparable periodista polaco Ryszard Kapuscinski, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación, escribió un día que “cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”. Hoy ha muerto Julio Pardo, abogado, amigo y españolista, y una de las principales víctimas de la extorsión de lo que ahora se llaman 'fake news', la postverdad que acabó no sólo con el personaje sino, también, con la persona.
Julio no era tan importante ni tan 'influencer', pero aún hoy muchos de los aficionados del RCD Español (entonces se escribía ñ) le consideran el gran culpable del apocalipsis económico del Club y, sobre todo, de la obligada venta de Sarrià que, al final, ha llevado al club blanquiazul al ostracismo y casi al olvido. Nada más lejos de la realidad. Pero no pretendo, desde esta Tribuna, poner el ventilador en marcha, explicar quiénes fueron los auténticos culpables de la ruina de un Club que dejó completamente saneado Antonio Baró; tampoco quienes se lucraron con la venta del mítico campo, enclavado en el corazón de la Barcelona pija. Y que conste que lo sé, y que tengo pruebas.
A Julio le voy a recordar como amigo, primero, como abogado, después, y como bufón, en último caso. Y no desde un tono despectivo, sino auténtico, porque tenía una prodigiosa habilidad para la dramaturgia, de herencia familiar, que le permitió ser la estrella de los 'juicios bufos' de la Facultad de Derecho, a principios de los años setenta.
Quiero que el resto de la gente recuerde a Julio por sus pasiones: primero, su familia; después, su profesión y, finalmente, el RCD Español, al que devolvió a Primera División, en Málaga, entre la euforia popular, después de la oscura y desastrosa etapa de Javier Clemente en el Club.
El españolismo amaba a Julio con locura y le votó por su sinceridad, sus ganas de renovación y, sobre todo, por no pertenecer a ninguna de las 'familias' que, singularmente, han sido el gran cáncer de este club. Tuvo extraordinarios aliados como José Luis Dotti o José Suñer; todos ellos, gente de 'otro Planeta', como Julio, y así les fue.
Que sepan que Julio fue un gran Presidente, y que si alguien quiere calumniar su nombre y su historia, estoy dispuesto a abrir la Caja de Pandora del españolismo...