La ciudad ya ha sido empapelada de nuevo. Pasamos de las generales a las municipales (¿y la europea? Sí, también, pero no es materia de estudio en este artículo). Una vez más la alcaldía de Barcelona, por la cantidad de opciones y caretos de candidatos pidiéndonos el voto con una leve o exagerada sonrisa, es pieza clave. Analizamos los carteles de los principales partidos que concurren a gobernar la ciudad condal. ¿Conclusión previa a simple vista? Suerte la mía que no voto en BCN.
Ada Colau - Barcelona en Comú. Tras cuatro años al mando, Colau se ha institucionalizado. Ha pasado de un look informal (camiseta de poliéster) con el que presumía de ser una más de la ciudadanía a recurrir a un blazer clásico verde para hacerse la foto de persona madura, responsable y profesional (eso no lo logra un trozo de tela... ¡Milagritos a Lourdes!). En comparación con el cartel de hace 4 años, le han quitado el filtro que le camuflaba cualquier imperfección en el rostro y ahora luce, aunque con el maquillaje que antaño tanto rechazaba, las arrugas y desgaste que provoca gobernar la pura realidad. Y en eso, la sonrisa también se ha desdibujado. Ahora la mueca de alegría es algo más discreta, menos rebelde (no enseña los dientes).
Quim Forn - Junts per Catalunya. Sobre la foto del candidato, nada a comentar. Dada la delicada situación que vive el alcaldable, sigue en prisión provisional, el equipo sólo ha tenido la posibilidad de escoger la fotografía de archivo que más les convenía para el montaje gráfico. La estética del cartel recuerda a la empleada por la estadounidense demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. El duplicado del eslogan "Creiem" busca recrear movimiento, pero sugiere pérdida en el énfasis (como si el grito se diluyera y sólo quedara ya el eco).
Ernest Maragall - ERC Maragallisme en estado puro. A ningún otro candidato se le permitiría para una foto de campaña echarse la americana al hombro (descanso, relax, pasotismo... y un punto de chulería). Con ropa de calidad -como la era la de su hermano-, el efecto informal del pijo progre hubiera quedado sofisticado, sin embargo se antoja zarrapastroso (porque madre mía ese cinturón...). Y si el objeto era darle un aire más juvenil a Maragall, imprescindible arremangar las mangas de la camisa (manos a la obra, actividad, energía, vitalidad...) cuando uno se deshace de la chaqueta.
Jaume Collboni - PSC. Aún no entiendo ese fondo liso gris y su ropa difuminados... El logo del PSC emula un pin en la solapa de la americana, y para eso era mejor prenderle uno real. Collboni más que sonreír, ríe (muestra la parte superior de la dentadura). Y a una le da por pensar si la ausencia de seriedad se la provoca el "Tornem a ser Barcelona" o lo de "Collboni alcalde socialista"...
Josep/José Bou - PP. Muy centrado no puedes estar si traduces tu nombre. Si se llama Josep o José, se llamará Josep o José aquí y en la China Popular. Pero que le vas a pedir a un hombre que necesita una chuleta para recordar sus apellidos... El fondo con personas difuminadas es peor que el de Collboni. Parece una secuencia de Ghost.
Manuel Valls - Barcelona pel Canvi/Cs. Ideal. Una obra maestra de la propaganda política. De la propaganda política de 1981 que es donde el equipo de campaña de Valls vive y reside. Hasta para una afrancesada como a mí se me antoja excesivo esa obsesión por emplear los colores patrióticos galos. A ver, señor, que está usted en Barcelona, Catalunya, España. Y esto es el siglo XXI. Que alguien lo sitúe y le haga decidirse entre una tipografía u otra.
CUP. La candidata es Anna Saliente (de momento, una desconocida) pero fieles a no personalizar el proyecto, la CUP recurre una vez más al concepto y la propuesta. Como las demás fuerzas independentistas, el amarillo está presente (en su caso más que en ninguno otro cartel). En algunas elecciones emplearon el blanco y negro y el efecto fue mucho más contundente y alejado al resto de candidaturas. Últimamente los cupaires, con la República en standby, están como desinflados (gráficamente también).
Jordi Graupera - Barcelona és capital. No sabes si estás visualizando un cartel de campaña a la alcaldía de Barcelona o el programa de actividades de l'Eixample gay... ¡Y mola! Ese rosa violeta (se puede ser indepe y no utilizar el amarillo) con el lema "Allibera't" y el primer plano de Graupera en blanco y negro es cautivador. Desde UPyD y Rosa Díez que nadie se atrevía con el magenta... Normal.