El pasado lunes 8-M, cincuenta mujeres periodistas especializadas en automovilismo y motor eligieron el mejor coche del mundo. Forman el único jurado mundial compuesto sólo por mujeres que representan a 38 países. Valoraron factores como la seguridad, las prestaciones, el confort, la tecnología y la relación calidad-precio de los vehículos. Y eligieron un todoterreno Rover, que es un clásico británico. La representante española, Marta García, dejó claro que “los automóviles no tienen género y no están sujetos a estereotipos, por lo que los ganadores de este premio son, simplemente, los mejores del mundo y representan los gustos y preferencias de millones de mujeres conductoras de todo el mundo”. Entre esos millones de conductoras, hay dos preclaras feministas de Barcelona que nunca escogerían el modelo ganador. Una es la regidora Janet Sanz, partidaria de acabar con la industria automovilística en general y la catalana en particular. La otra es la alcaldesa Ada Colau, que promete expulsar a los coches del Eixample e islas aledañas, aunque ella usa un monovolumen de gama alta con chofer y escoltas pagados por la ciudadanía.
El día antes del 8-M, Rolls Royce eligió la Part Alta de Tarragona como escenario para la campaña de presentación internacional de su nuevo vehículo Phantom, que es la octava generación de su marca más lujosa. La firma británica realizó un espot, una sesión fotográfica y unos vídeos con apoyo de la oficina de rodajes del Patronat Municipal de Turisme de Tarragona, que se está convirtiendo en la nueva capital de la industria publicitaria de Cataluña, especialmente en el sector del automóvil. Por ello, la presidenta del patronato de turismo tarraconense, Cinta Pastó, destacó: “La importancia de este tipo de producciones publicitarias para la proyección internacional de la marca Tarragona”. Su éxito consiste en dar facilidades a todo aquello que la costra de Colau maltrata con impuestos, impedimentos y desprecios.
En otra de sus prácticas de falsedad y cinismo, la alcaldesa criticó que la Generalitat no enviase ni a uno de sus muchos chupópteros a la factoría de Seat en Martorell, donde el grupo Volkswagen anunció la creación de una fábrica de baterías en presencia de Felipe VI y Pedro Sánchez. Colau lo consideró “un error” y “dejadez de funciones”, cuando ella siempre ha hecho lo mismo en muchos actos sociales, culturales y empresariales importantes para Barcelona. Y para demostrar que volverá a hacerlo, mantiene en el cargo a su amiga Janet, enemiga de la industria automovilística, de los hoteles, del turismo y del progreso. A pesar de que el próximo lunes, si alguna barricada no lo impide, declarará ante el juez por cuatro presuntos delitos tan feos que parecen de manual básico de las mafias.
En resumen, que las mujeres que saben de coches, de economía, de publicidad y de más conocimientos han demostrado que Janet y Ada y circulan en dirección contraria a la inteligencia y al sentido común. Aunque ya se sabe cómo acabaron aquellas dos rebeldillas Thelma & Louise a bordo de un descapotable de sabor americano.