Un gobierno sin liderazgo nos ha llevado al caos; a la Barcelona más oscura que se ha vivido nunca. Aquí reside el núcleo de este texto. Se llegó tarde a todo. Un ejemplo claro es el restaurante Can Lluis de Barcelona; uno de tantos negocios que finalmente ha cerrado sus puertas por una mera cuestión de intereses empresariales. No hay nada más detrás de esta historia que el rendimiento y la amortización de activos. La desgracia es que nuestro Ayuntamiento carece de sensibilidad empresarial.
Como muchas veces he dicho, parece ser que la iniciativa privada es el mal a combatir. Nadie ha sabido reaccionar a tiempo y proteger a estos negocios abocados al cierre y la ruina familiar. Según los últimos datos publicados, uno de cada tres concursos empresariales se produce en Catalunya. Está claro que si no conoces la realidad del comerciante difícilmente puedes crear soluciones efectivas para ello. Todo falló, pero soy de los que piensa que al liderazgo se le debe exigir eso: prevención y capacidad de respuesta ante una devastación económica. A eso se le llama liderar.
Sea como fuere han sido muchos los negocios cerrados, solo hay que ver los miles de locales con la persiana bajada. La reflexión es una y es que hay que darles alas a nuestros emprendedores, comerciantes, autónomos, pymes y, en definitiva, a toda nuestra iniciativa privada que a la postre es la que ha levantado la inquebrantable Barcelona.
Ahora que vienen elecciones, escucharéis cantos de sirena sobre la recuperación económica y el buen funcionamiento de la actividad empresarial. Es evidente que sin un nuevo marco jurídico, económico y fiscal que ampare los profundos desequilibrios y dificultades para impulsar un negocio, Barcelona no saldrá del túnel en el que se encuentra.
El verdadero desafío es situar a la ciudad condal como la capital del Mediterráneo y una de las superpotencias municipales más importantes de la Unión Europea, y esto sólo será posible si como barceloneses tenemos el coraje y la valentía suficientes para trascender nuestra situación actual hacia la nueva y gran Barcelona.