Esta semana en el 22@ hemos estado de celebración, hemos cerrado la celebración de los 20 años del distrito de innovación referente a nivel mundial. Y quiero aprovechar la oportunidad de esta tribuna para poder desglosar, hoy y en otras ocasiones, aquellos retos de futuro a los que nuestra ciudad, Barcelona, se enfrenta en clave económica, urbanística y de bienestar en un mundo cada vez más interconectado e incierto.
Son 20 años de la aprobación urbanística que ha hecho realidad que hoy Barcelona tenga el primer distrito innovador del mundo y el más competitivo. Hemos hecho realidad la ciudad compacta acabando con el paradigma que situaba a los sectores productivos y de investigación en campus corporativos aislados espacialmente de su realidad, accesibles sólo con vehículos y en los que no se generaban sinergias de calidad de vida, ni nuevos equipamientos y servicios para las ciudades. Hemos hecho realidad la tan anunciada ciudad de los quince minutos.
El 22@ ha significado la mayor transformación territorial, social y económica de nuestra ciudad desde 1992. El plan 22@, que se aprobó en 2000, estableció las directrices para la transformación de 200 hectáreas de suelo industrial de Poblenou, dos millones de metros cuadrados que prácticamente hoy ya son una realidad transformada y sitúan a nuestra ciudad en un buen punto de partida para competir en un mundo de ciudades globales.
Cuando alguien inventa algo que se copia en todo el mundo no debe esconderlo, debe ponerlo en valor, celebrarlo y potenciarlo. Y la realidad es que estos últimos años, a pesar del desconocimiento de algunos políticos locales de lo que es realmente el 22@, los centenares de empresas que creen en el 22@ han seguido apostando en él para que siga siendo el principal sector de creación de empleos de la nueva economía en la ciudad. Quiero recordar que el 22@ en 20 años ha acogido más de 150.000 trabajadores y más de 10.000 empresas que han sido capaces de normalizar una nueva manera de producción basada en la innovación y las nuevas tecnologías del conocimiento. Generando, así, empleos directos e indirectos.
El próximo mes de diciembre, el Ayuntamiento debe aprobar provisionalmente las nuevas normas urbanísticas que han de regir nuestro distrito y el desarrollo de su sector norte. Ante este escenario, quiero dejar claro que las empresas del 22@, independientemente de cual sea el nuevo planeamiento, tenemos el convencimiento de que más allá de las polémicas o debates estériles de algunos, vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para garantizar que Barcelona siga teniendo el distrito innovador más competitivo y atractivo del mundo. Será así porque los barceloneses nos merecemos una ciudad que nos permita vivir y trabajar en ella. El 22@ está y estará al servicio del crecimiento sostenible, la creación de puestos de trabajo estables y de calidad y para fortalecer la proyección de Barcelona en el mundo.
Somos, en definitiva, sinónimo de bienestar social y crecimiento representando la mayor concentración de universidades, centros de formación y centros tecnológicos de todo el país a lo que debemos sumarle el reciente anuncio de la creación del Nuevo Campus de las Artes de Can Ricart con la participación de la Generalitat y el Ayuntamiento.
Y después de estos 20 años toca pensar y planificar para asegurar otros veinte años más de éxitos. Para ello, hemos invitado a la Generalitat, al Gobierno de España y al Ayuntamiento de Barcelona, a construir con nosotros un nuevo plan estratégico del 22@ que nos permita seguir impulsando la revolución industrial 4.0.
Un plan que debe ser económico, tecnológico y sostenible para seguir creciendo. Queremos crecer, desarrollar el sector norte de nuestro distrito, haciendo realidad los proyectos pendientes que la pandemia ha parado. El compromiso de las empresas del 22@ es un compromiso con Barcelona, porque queremos que nuestro distrito genere oportunidades para el talento nacional e internacional, oportunidades a los parados de larga duración, oportunidades para las mujeres, que están recuperando el protagonismo que la historia no les ha permitido. Debemos fomentar la formación de los jóvenes que viven en nuestros barrios e irradiar prosperidad cruzando el río Besòs para que los proyectos de futuro como La Sagrera y la renovación pendiente de los sectores industriales de Barcelona sean también 22@.
El 22@ debe seguir influyendo, directamente, en el atractivo de Barcelona como destino de inversiones, aumentando el atractivo de la ciudad como lugar en el que vivir y trabajar, generando un vínculo virtuoso entre inversión, generación y captación de talento, generación de empresa y garantizando la transferencia de conocimiento entre academia y economía.
Somos el principal distrito innovador del mundo aunque haya quien quiera ver sólo al 22@ como operaciones inmobiliarias. Por eso, debemos señalar que el 22@ ha representado un cambio radical del desarrollo económico tradicional de las ciudades en todo el mundo. Hemos sido quienes han hecho que Barcelona entrara en el siglo XXI siendo competitiva, desbordando conocimiento y atrayendo inversiones sin las que hoy Barcelona no sería la capital de la prosperidad del mediterráneo.
Seguiremos, los próximos años, generando oportunidades, innovando en movilidad, atrayendo a nuevas empresas y demostrando que la ciudad de los quince minutos ya existe y se llama 22@. Mal les pese a algunos.