Estamos de nuevo ante el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo. Nuestras lunas y nuestras brujas nos dan luz y alegran el corazón, son augurio de un futuro de equidad como personas que se aman entre sí y a la naturaleza que nos cobija.
En los últimos años hemos comprobado y vivido una gran movilización feminista de denuncia de la misogamia y de las agresiones contra las mujeres, afectando los derechos universales de todas las minorías explotadas y oprimidas.
La dominación por parte de los hombres a la mitad de la población, que son las mujeres, es la esencia del sistema de poder patriarcal y machista que afecta profundamente al sistema social y económico.
La confrontación permanente de género contra las mujeres, diaria y en todos los aspectos de la vida, es una división esencial que frena y dificulta una fuerte unidad trabajadora y cívica.
La causa de la libertad, los derechos reales, la igualdad y la emancipación de las mujeres se convierte en piedra fundamental para liberarse de toda explotación, opresión y desigualdad. El cambió social será de las mujeres o no será.
Se necesita un gran esfuerzo por parte de toda la sociedad, empezando por pequeños avances, así como actuaciones generales de los poderes políticos, económicos e ideológicos.
Revertir miles de años de patriarcado no es una utopía sino una condición posible en este siglo XXI. Hace falta unir esfuerzos, enfrentarse a tabús y dogmas ancestrales, denunciar cualquier agravio, agresión o persecución, tanto individual como institucional, judicial, colectivo, intelectual, moral, social y familiar, rompiendo la cadena de complicidades que justifica, exculpa y protege a los hombres agresores.
La brecha salarial, las agresiones, las violaciones, las burlas y el menosprecio no corresponden a casualidades o perversiones individuales, son producto del propio sistema.
Desde la Women’s March, la Huelga feminista internacional y los MeToo, la inmensa mayoría de mujeres y una minoría creciente de hombres toman consciencia en el imaginario colectivo de que el diferencial de discriminación femenina, como el de privilegio masculino, han de superarse para conseguir una humanidad que disfrute de la vida, de la naturaleza y de la felicidad.
La Assemblea Feminista Unitària de Catalunya ha establecido el lema: Contra la precarietat, les fronteres i les violències: aquí estem les feministes. La movilización reclama: "Queremos papeles y derechos para todas, salimos a la calle para derogar la Ley de Extranjería, queremos vidas dignas y dignas de ser vívidas sin precariedad. Queremos caminar tranquilas de noche y de día. No podemos renunciar a la libertad, a encontrarnos y a organizarnos. Debemos luchar juntas contra las políticas que nos empobrecen y los abusos de poder institucional. Derecho a una sexualidad libre".
Recientemente, la Taula d’Entitats del Tercer Social de Catalunya ha presentado un estudio sobre la pobreza en las mujeres, el precario equilibrio entre trabajo y conciliación. Entendiendo la igualdad de género como principio clave de justicia social y equidad, considera que todavía estamos lejos de estar en el mismo punto de igualdad efectiva.
Las diferencias de género en el comportamiento laboral no son gratuitas. Las mujeres ganan menos por el mismo trabajo y están más tiempo fuera del mercado laboral, eso favorece la pobreza, la dependencia en las relaciones efectivas, la vulnerabilidad económica y sobre todo limita sus posibilidades de obtener una vida digna e independiente.
En esta celebración del día 8 de marzo, quisiera rendir tributo a todas las mujeres científicas que cambiaron el mundo y su evolución; no renunciaron a su pasión investigadora en una época que la presencia femenina en el mundo de la ciencia no era habitual, pero no podemos olvidar que abrieron camino a futuras generaciones de ingenieras, físicas, biólogas, matemáticas y en todas las disciplinas, pusieron la primera piedra y lamentablemente no se ha publicado su historia, no están presentes en los libros de texto y han tenido un papel extraordinario en la evolución de la humanidad
Historiadores/as actuales están realizando esfuerzos para obtener relatos e información documental para explicar al mundo entero las capacidades y avances que tantas mujeres dejaron plasmadas en la historia desconocida.
Afortunadamente el presente y el futuro no serán así.
Recientemente la Federació Empresarial del Gran Penedés i la Cofradia del Cava, han publicado el libro 21 Dones Emprenedores del s XXI. Este es otro paso más para dejar huella del valor y trabajo de la mujer.
Y finalmente un recuerdo muy especial al terrible fenómeno de la caza de brujas en los siglos XV al XVII en nuestras tierras. Transcribo un testimonio en verso del poeta valenciano Jaume Roig, escrito en el 1460 en relación con la caverna de Biterna: "Moltes n’han mortes / en foc cremades / sentenciades / ab bon procesos / per tals excessos / en Catalunya".
Si alguna lo pone en duda le ofrezco otro testimonio, puede visitar la preciosa Iglesia románica de Sant Valentí de Les Cabanyes del Penedès, el pueblo de mi madre, donde si se observan con un poco de atención aún subsisten en las paredes unas impactantes pinturas de mujeres, en general desnudas, unas en posiciones obscenas, otras en hogueras, colgadas de los árboles por los pies o volando en escobas. Pero aquí estamos sus descendientes. Todas juntas para que nuestros derechos no vuelvan a ser pisoteados nunca más.