La campaña de Ada Colau contra Metrópoli Abierta y Crónica Global se basa en los once principios de la propaganda hitleriana que redactó Goebbels. Son la biblia de la mentalidad autoritaria y antidemocrática de la alcaldesa y sus farsantas, y se resumen así:
1.-Principio de simplificación y enemigo único. Se trata de demonizar a ambos medios para negarse a facilitar informaciones que soliciten al Ayuntamiento. Para ello, empiezan por negar que ambos medios de comunicación son diarios y los llama panfletos.
2.-Principio del método de contagio. Se agrupa a diversos adversarios en una sola categoría. Así, ambos diarios digitales son de derecha o ultraderecha, homófobos, racistas y otras maldades. Insultan porque no tienen pruebas, argumentos ni razonamientos.
3.-Principio de la trasposición. Consiste en culpar a los medios “enemigos” de los errores y defectos propios.
4.-Principio de la exageración y desfiguración. Se convierte cualquier anécdota en suceso grave, como es el caso de una rectificación sobre un hotel de Andorra.
5.-Principio de la vulgarización. Su propaganda ha de ser popular y adaptada al nivel menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Se ocupan de ello sus gabinetes de prensa, cargos y asesores de comunicación madrileños podemitas y pro-soviéticos y putinistas untados con dinero público.
6.-Principio de orquestación. Su propaganda se limita a pocas ideas que deben repetir ser hasta la saciedad. Así, Crónica Global y Metrópoli Abierta son de derecha conservadora, excluyente, están a favor de los ricos y al servicio de oligopolios.
7.-Principio de renovación. Hay que airear informaciones y argumentos nuevos a un ritmo que, cuando el rival responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Son cortinas de humo para camuflar los presuntos delitos que han llevado a la alcaldesa ante el juez.
8.-Principio de verosimilitud. Construyen argumentos a través de globos sonda o de informaciones fragmentarias. Es su método habitual cuando se trata de su urbanismo y otros desmanes y desvaríos.
9.-Principio de silenciación. Acallan las cuestiones sobre las que carecen de relato y disimulan las noticias que favorecen al “enemigo” contraprogramando con la complicidad de medios afines.
10.-Principio de la transfusión. Su propaganda contra la prensa “enemiga” se basa en mitologías ideológicas, complejos, odios y prejuicios tradicionales. Todo opositor es corrupto y vendido al capital.
11.-Principio de la unanimidad. Convencer a mucha gente de que piense como todo el mundo, creando una falsa sensación de unanimidad. Todos los opositores son borregos. Sólo la líder y su manada ostentan la verdad única.
Son once mandamientos que han cumplido a rajatabla dictadores y criminales de guerra como Hitler, Stalin, Mao, Castro, Maduro y ahora Putin. A pesar de la náusea ética e intelectual que producen, Colau se esconde y se fortifica en ellos cuando ve que su caída será más dura y humillante de lo previsto. Típico de falsa demócrata, cuando se le pudre una idea sólo se le ocurre proclamar normas que prohíban todas la ideas. Por éstas y por más razones sólidamente argumentadas, el articulista Francesc Arroyo la llamó Zarina. Pero como es tan antimonárquica, se la podría considerar una Putina que se defiende rabiosa como gata panza arriba.