Se dice que Hernán Cortés estaba tan decidido a conquistar México que tan pronto puso pie en tierra mandó quemar las naves que le habían llevado hasta allí. Aquí no hay vuelta atrás, vino a decir. Hay actuaciones que muestran muy a las claras la confianza que uno tiene en su proyecto, en el futuro que le espera.

Uno de los fundamentos de la tragedia griega es el héroe, que es un tipo que desafía al destino, no porque crea que puede vencerlo, sino porque uno tiene que plantarle cara asumiendo todas las consecuencias de sus actos. Tenemos a Antígona, que desafía a la ley para cumplir con el sagrado deber de enterrar a los muertos, y muere; primero Héctor y luego Aquiles parten para el combate, sabiendo que están condenados a morir, y mueren; una vidente vaticina que, si Áyax sale ese día de su casa, morirá, y sale y muere; en fin, que la diñan todos, pero plantando cara.

Hay actuaciones que muestran muy a las claras la confianza que uno pone en su propio futuro, o en el futuro del prójimo que tiene más cerca. Corre por Bruselas un tipo que dijo a sus compañeros de oficina: "El lunes os quiero ver a todos en el despacho, y hagamos como si aquí no hubiera pasado nada". Llegó el lunes y la gente que fue al despacho se quedó con cara de boniato, porque el susodicho y cuatro compinches de su confianza se habían largado deprisa y corriendo a Bruselas, donde ahora viven del cuento la mar de bien. Los que fueron al despacho acabaron en prisión, donde pasaron unos meses. El maletero de un coche es lo que diferencia a la tragedia no de la comedia, sino de una farsa. Pero un numeroso público aplaude la obra, más esperpéntica que cómica, y la considera inteligente. En fin, que la tragedia ya no es lo que era y no podemos pedir peras al olmo.

Ejemplos como éste tenemos para dar y repartir y los héroes griegos, que contemplan el asunto desde la barrera, se preguntan para qué murieron, visto el percal.

No hace falta matar a nadie ni dejarse matar para mostrarse valiente y generoso, coherente con uno mismo y sus ideas, creyente del futuro que predica y confiado en la compañía. Pongamos el ejemplo de nuestros munícipes. Uno de ellos, el señor don Eloi Badia i Casas, uno de los más destacados, es concejal del Ayuntamiento de Barcelona desde 2015. Las malas lenguas aseguran que donde quiere meter mano acaba metiendo la pata, pero no voy a ser yo quien diga si sí o si no, porque ahora mismo no estamos aquí para valorar sus actuaciones pasadas. Cierto que Barcelona Energía no ha salido como esperaba, que lo de una funeraria pública tampoco, que mejor no hablemos de los nichos que se vinieron abajo en Montjuïc, la fallida re-contramunicipalización del agua o la última, que tiene tan contentos a los vecinos de Sant Andreu con el asunto de la recogida de la basura puerta a puerta, que es un vía crucis. En pocas palabras, mucha gente le tiene ganas.

¡Al grano! El asunto es que ya estamos en año electoral, que las municipales están a la vuelta de la esquina y que el señor Badia es uno de los capitanes del proyecto municipal vigente, que quiere proyectarse hacia el futuro. O eso dicen. A juzgar por sus acciones, muestra una grandísima confianza en ese futuro.

Lo digo porque se ha presentado a las oposiciones a funcionario del Ayuntamiento, para no quedarse sin trabajo conocido. Así, sin dimitir antes. Leo en este mismo periódico que no es el único que hace algo parecido. Todo el mundo tiene prisas en buscarse otro trabajo.

Estéticamente, esto es feo. Es verdad que el señor Badia es muy libre de presentarse a las oposiciones que quiera, ¡faltaría más!, pero… Imaginemos que gana las oposiciones, incluso que las gana gracias a tantas horas de estudio y esfuerzo personal, sin ayuda de nadie y por sus propios e indudables méritos. ¿Qué pensará la gente? ¡Qué va a pensar! Que ha hecho trampas, que se sabía las preguntas, que es un enchufado… Si no las gana, será la rechifla. Como dos y dos son cuatro que irán por ahí los tiros, y no soy adivino.

Por cierto, si está preparando unas oposiciones para funcionario del Ayuntamiento, ¿de dónde saca el tiempo para ser concejal?