Una encuesta no es más que una supuesta foto fija de un momento determinado. La tendencia es otra cosa. La tendencia es cosa seria. Se trata de la evolución que uno observa encuesta tras encuesta. Y las tendencias son difíciles de cambiar cuando se instalan. Vamos, que habitualmente vienen para quedarse a no ser que un giro inesperado de guión propicie un cambio relevante. Para romper una tendencia es necesario un golpe de efecto.
La encuesta del pasado domingo en La Vanguardia indicaba el resultado de una foto fija que no habíamos visto hasta el momento. La encuesta cuenta con un muestreo de 500 personas y con un resultado sorprendente tras ver la tendencia de los últimos meses. Trías, según esa encuesta, encabezaba la carrera por la alcaldía de la ciudad.
Podríamos caer en la tentación de tratar de contraponer otras encuestas en las que el liderazgo ha sido conquistado por otros. Podríamos incluso alegar que, en encuestas recientes con una muestra del doble de personas encuestadas se obtienen resultados distintos. Pero ese ejercicio probablemente sería estéril para la mayoría y únicamente serviría para que unos y otros confirmásemos nuestro propio sesgo agarrándonos a aquellos datos que más se pareciesen a lo que queremos oír. Lo interesante es analizar cuáles han venido siendo las tendencias de las últimas encuestas. Y éstas marcan algunas claves.
La primera: La irrupción de Trías, en todas las encuestas excepto en la de La Vanguardia, crecía sin llegar a despegar. ¿Estaremos ahora en un punto de inflexión? ¿Qué ha sucedido en estos 15 días para que su resultado sea tan diferente al de las últimas encuestas que lo ubicaban en tercera o cuarta posición?
La segunda: La lucha entre el electorado independentista parece tener como resultado el trasvase de un partido independentista a otro, sin ser capaz por el momento de conseguir un trasvase entre bloques. Es cierto que Trías trata de actuar como si su partido no fuese un partido independentista y confía en recuperar votos de aquellos que no comulgan con la secesión pero pueden verse atraídos por un perfil supuestamente moderado de la antigua Convergencia. La gran pregunta es, si Trías dice querer basar su campaña en no hablar de independencia…¿Cómo se entiende un trasvase tan brutal de ERC a Junts en la última encuesta? Dejo esta pregunta para reflexión de unos y otros. Además, muy probablemente el devenir de la política autonómica le pondrá muy difícil mantener esa posición. Un primer momento complicado tiene lugar el día de la próxima cumbre hispano-francesa en la que el independentismo ha convocado una manifestación unitaria de la que Trías no participará pero dice dar soporte.
La tercera: El PSC liderado por Jaume Collboni ha ido subiendo en todas las encuestas hasta posicionarse como un actor con claras posibilidades de quedar primero en las elecciones de mayo. Si la tendencia sigue igual, sus posibilidades de ser alcalde son cada día más altas. Poco importa por el momento la posición que ocupe a día de hoy en ese podio de posibles ganadores. Lo relevante es que, tras muchos años, el PSC vuelve a tener oportunidades de gobernar de nuevo la ciudad.
Cuarta: La abstención. Apuntaba con astucia la alcaldesa hace unos días que la abstención es su principal enemigo. Y no le falta razón. Con una tendencia que evidencia por el momento la incapacidad de crecer de los Comuns, mantener el porcentaje de voto y movilizar a los suyos es fundamental.
Quinta: Las encuestas dibujan de forma clara que hay partidos que no tienen ninguna opción de conseguir colarse en el Ayuntamiento el próximo mes de mayo. De hecho, el recién estrenado candidato del PP lo apuntaba ayer mismo leyendo a la perfección la necesidad de unificar el espacio electoral de la derecha no independentista. Según afirmaba, lo más importante para su espacio electoral es no perder ni un solo voto. Y es que ni Ciudadanos ni mucho menos Valents aparecen en las encuestas con opciones reales de entrar en el Ayuntamiento, quedando unos lejos y otros muy lejos del corte del 5% necesario para obtener representación. En situación diferente se encuentra Vox, que pese a no entrar de forma clara en todas las encuestas todavía es difícil afirmar que pasará con ellos en las próximas municipales.
Evidentemente, todas las lecturas que podamos hacer deben tomarse con mucha cautela puesto que el porcentaje de indecisos es muy elevado, pero no podemos negar que hay tendencias que por el momento parecen consolidarse. Se observa tendencia al alza del PSC y Junts y una caída de ERC que combina con una situación compleja para los Comuns que parecen no acaban de caer ni de despegar. A partir de ahí, la competición está abierta.