Los barceloneses hemos elegido cambio, hemos elegido que Ada Colau no siga siendo la alcaldesa de Barcelona. Quien más o quien menos sabe que el próximo alcalde de Barcelona será Xavier Trias o Jaume Collboni (o los dos…).
Como uno de los fundadores de MÉSxBCN quiero que el próximo alcalde lo sea de todos los barceloneses, que lo sea de la Barcelona cosmopolita y universal que siempre fue, que consiga que los ciudadanos nos sintamos orgullosos de la misma, y que haga de Barcelona una ciudad amable, una ciudad amable con los que vivimos o trabajamos en ella, amable con sus empresas y amable con sus visitantes. Esto es lo que proponíamos en nuestra plataforma, y todo ello con dos únicos condicionantes: que Barcelona no se posicione en cuestiones identitarias y que Ada Colau no forme parte del próximo gobierno de la ciudad.
Estas premisas las cumplen tanto Trias como Collboni, y están reflejadas en el documento que les propusimos a los dos (junto al PP) porque considerábamos (y consideramos) que, aun teniendo fuertes discrepancias en muchos temas, pueden ponerse de acuerdo en muchos otros cuando hablamos de modelo de ciudad. Un modelo de ciudad similar al nuestro. La realidad es que tanto TriasxBarcelona como el PP mostraron su acuerdo con nosotros en el 90% de las propuestas del documento que les presentamos: Las 50 medidas estratégicas por Barcelona. Tengo claro el PSC se puede sentir muy cómodo con la gran mayoría de las propuestas. Estas 50 medidas son un buen punto de partida y suponen para la ciudad un “gobierno” que suma una mayoría de 25 regidores, uno más que la que propone Ada Colau para poder continuar siendo alcaldesa de Barcelona.
¿Es esto posible? Rotundamente sí. Sólo hace falta valentía, una triple valentía: que Trias no ponga la ciudad al servicio del independentismo, que Collboni no tenga a Colau a su lado y que Sirera entienda que entre “susto o muerte” se elige responsabilidad y estabilidad.
Sabemos que, habiendo elecciones generales en breve, cualquier pacto del PP con Trias o con el PSC será criticado y vilipendiado por sus rivales, así como igual pasará si el pacto lo hacen Trias y el PSC entre ellos o con el PP. También sabemos que, una vez pasadas las elecciones, este “pacto a tres” (con entrada o no de todos en gobierno) es factible y sería muy bien visto por una gran mayoría de los barceloneses y que daría una gran estabilidad a la ciudad.
El sábado puede que salga un alcalde “provisional” que no llegue ni siquiera a final de año. Por sensatez y por responsabilidad los partidos deben dejar de lado tacticismos electorales por el miedo a perder unos cuantos votos. Seguro que los votantes, que somos mucho más racionales de lo que a veces se piensa, recompensaremos con creces a aquellos que sepan dar desde el primer momento la estabilidad que se merece la ciudad de Barcelona.
Sólo hace falta valentía, una triple valentía…