Con Ada Colau las inversiones se ralentizaron, los proyectos buscaron otras ubicaciones, y el mundo de la empresa recelaba de Barcelona por su alcaldesa. Muchos buscaban interlocutor en el entonces teniente de alcalde, Jaume Collboni, pero la máquina no estaba engrasada. Ahora, el mundo empresarial espera un cambio de actitud. Pero, sin duda, que no esperen barra libre.
El primero en entender que la cosa cambiaría fue Josep Sánchez Llibre. El presidente de Foment ha movido sus piezas y las relaciones con el Ayuntamiento han dado un giro de 180 grados. La primera muestra la tendremos en la inauguración en Madrid de la sede de la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales el próximo 27 de septiembre. El acto contará con un invitado de lujo: el alcalde Collboni.
Foment del Treball se ha convertido en estos años en el interlocutor del mundo empresarial en todo tipo de proyectos ante la Generalitat y ante el Ayuntamiento. Muchas de estas ideas y propuestas se quedaban en el tintero. En el Ayuntamiento, por rechazo y en la Generalitat, por miedo a tomar decisiones. Este es el caso del Aeropuerto de El Prat. Colau rechazó el proyecto y a Pere Aragonés, le temblaron las piernas. A la vuelta de vacaciones, Foment del Treball junto a Femcat, Cambra de Comerç, Institut Agrícola de Sant Isidre y Cercle d’Economía presentará su propuesta de ampliación que, según sus promotores, hace compatible tener un aeropuerto con mayor capacidad, proteger el entorno ambiental y dar cobertura a la industria agroalimentaria del Baix Llobregat, la huerta de Barcelona.
Otros sectores también saludan el cambio de alcaldía y el alcalde ha hecho gestos en estos primeros dos meses. Se impulsarán grandes acontecimientos, la suavizará la regulación turística y se limitará la expansión de las superillas. También se buscarán inversiones industriales y energéticas de la mano del Consorci de la Zona Franca. También a primeros de septiembre Collboni, Pere Navarro, Sánchez Llibre, José Montilla, Artur Mas, Salvador Illa, y el ministro de Industria Héctor Gómez, participarán en unas jornadas sobre el futuro de la industria y energía. No es un evento baladí. Asistirá la conselleria. De momento, el president Aragonés no ha confirmado.
Sin embargo, algunos están esperando que Barcelona se convierta en su zoco particular. No será así. Jaume Collboni es un alcalde de izquierdas con un modelo sostenible de crecimiento, alejado del decrecimiento de Colau, de aquella Barcelona antipática, pero también alejado del “barra libre”. El encargado de engrasar toda esta maquinaria es Jordi Valls. El Exalcalde de Manresa, conseller, directivo de Agbar y ex responsable de Mercabarna, tiene todos los ingredientes para mover el mundo económico de la ciudad. Su primera parada fue con Foment, pero sin duda no será la última.
Además de la movilidad, la seguridad, la vivienda, Barcelona tiene un gran reto por delante: recuperar el impulso y el protagonismo en el desarrollo económico. Debe pegar carpetazo al pasado colauista en materia industrial y de servicios y debe pensarse muy bien si en el nuevo consistorio tienen un papel los Comunes, al menos los Comunes que dejaron a la ciudad en un estado más que lamentable. El reto no es fácil, pero Collboni --sin olvidar a Valls-- están buscando aliados.