El nuevo año llega cargado de posibilidades. Es curioso: paso la Navidad en Chicago con mi familia, e incluso estando allí --o quizá más precisamente porque estoy allí--, me doy cuenta del carácter único que tiene Barcelona, de cómo la ciudad, su buen clima, la mezcla de culturas y el espíritu de transformación y emprendimiento que tanto caracterizan a la capital catalana, nos invitan a llevar un estilo de vida más sano, enfocado a un bienestar holístico, donde cada uno de los 366 días del 2024 (este año es bisiesto) brinda nuevas oportunidades para la ciudad y las emprendedoras que vivimos en ella.

2024 va a ser un año de innovación y progreso. Solamente hay que fijarse en los proyectos que llegan a la ciudad: la remodelación de la estación de Sants, las obras de La Rambla, la Copa América 2024 o el Mobile World Congress, entre otros. Barcelona se reinventa y sigue posicionándose como ciudad de referencia a nivel internacional. Y nosotras, como mujeres y emprendedoras, ¿cómo podemos aprovechar estas oportunidades y qué retos debemos marcarnos ahora que empieza el año?

Estamos en una ciudad que se ha posicionado como referente en emprendimiento, y creo que es importantísimo animar a más mujeres a emprender proyectos propios y seguir posicionándonos en puestos de liderazgo de todos los sectores, desde la política, la moda, la ciencia o el deporte. En 2024, emprender siendo mujer sigue siendo un camino de altibajos, a veces solitario, y es fácil encontrarse en situaciones que no has vivido antes y pensar en tirar la toalla. Por eso, disponer de una comunidad de emprendedoras que hayan estado en tu misma posición, con las que compartir inquietudes y experiencias, es tan importante. En paralelo, es esencial abrir vías que animen a la participación activa en acciones de difusión, así como afianzar aún más la consideración de la perspectiva de género en la toma de todas las decisiones políticas de la ciudad.

Mi segunda resolución para este año es cuidar de nuestra salud y bienestar. Me encanta ver cómo en los últimos tiempos se han roto tabúes y hemos dejado atrás estigmas que hace apenas una década nos impedían hablar abiertamente de temas como la salud mental o sexual, pasando a convertir el wellness en una de las grandes prioridades a nivel mundial. No es un decir y tampoco hay que irse demasiado lejos: hace apenas un mes, TV3 dedicó La Marató a recaudar fondos y concienciar sobre salud sexual y reproductiva, y en Juno House --el primer club concebido por y para la mujer en Barcelona--, no pudimos estar más contentas de acoger uno de los eventos del programa y formar parte de la iniciativa. Este es solo un ejemplo. Creo que es responsabilidad de instituciones, empresas públicas y privadas, universidades, colegios, y de cada uno de nosotros, facilitar que todos dispongamos de acceso a programas de salud, educación, prevención y autocuidado, para conseguir una ciudad sana y fuerte en todos los sentidos.

En tercer lugar, creo que es esencial estar al día de los últimos avances tecnológicos y seguir aplicándolos tanto a nuestra vida personal como profesional. Estamos metidos de lleno en un gran auge de innovación tecnológica (desde Inteligencia Artificial accesible en solo un clic a tecnología 3D que puede ayudarnos a mejorar los flujos de trabajo u ordenadores que tienen la capacidad de aprender de nuestros hábitos y realizar tareas de forma autónoma), y creo que estas novedades abren infinidad de posibilidades de desarrollo.

A nivel profesional, y en relación también con la estimulación del emprendimiento femenino, estoy muy segura de que podemos (y debemos) utilizar la tecnología como una ventaja clave para destacar y diferenciar nuestros proyectos, liberándonos de cargas para enfocarnos en aspectos creativos y de innovación, la parte más ‘humana’ del emprendimiento. Y también podemos apoyarnos en los avances tecnológicos en nuestra vida personal: en Juno somos testigos directos de la mejora en la conciliación de la vida laboral y personal de la mujer a raíz del teletrabajo y la colaboración en línea, que permiten una mayor flexibilidad; existen a nuestro alcance dispositivos y aplicaciones de seguimiento en temas de salud, recursos para el bienestar mental y emocional, y mucho más. 

Me gusta subrayar siempre lo importante que es que existan vías de aprendizaje que hagan accesible la aplicación de estas herramientas. Predico con el ejemplo: en Juno House inauguramos las sesiones de Talking About con expertos con una mesa redonda sobre Inteligencia Artificial, con la que buscamos iniciar a las socias, de forma práctica y sencilla, a esta gran innovación.

En la misma línea, como último gran punto en mi agenda, está la creciente preocupación por convertir Barcelona en una ciudad verde. He vivido muchos años en Estados Unidos, y sé de primera mano que es esencial invertir y promover prácticas sostenibles en la propia ciudad y en los ciudadanos (con programas de movilidad sostenible, activaciones de educación ambiental, favoreciendo el acceso a puntos verdes e intentando que las prácticas sostenibles se integren en nuestras rutinas, sin que supongan un gran sobreesfuerzo), y en empresas, especialmente en una ciudad como Barcelona, que se ha convertido en la cuna de startups de sectores muy variados.

Yo misma decidí emprender aquí porque la ciudad condal tiene todos los ingredientes para un negocio de éxito: suma de culturas, conciencia social y una gran cantidad de profesionales que cuentan con motivación y talento. Con las facilidades adecuadas, ¿qué frenaría a todas estas empresas a comprometerse con el medio ambiente e implementar prácticas sostenibles que nos ayuden a preservar recursos y cuidar del planeta?

Con estos objetivos en mente y la convicción de que 2024 traerá retos y logros que nos catapultarán a un futuro que ya está aquí, ¡solo me queda desearos un gran año!