Barcelona vuelve a brillar con fuerza en el panorama internacional. Después de años en los que la ciudad parecía haber perdido parte de su potencial, este año nos recuerda todo lo contrario: sigue floreciendo y lo hace a lo grande, volviéndose a posicionar en el centro del panorama mundial y convirtiéndose en anfitriona de grandes acontecimientos.
Sin ir más lejos, la capital ha sido elegida como sede de la Copa América, que se celebrará este mes de agosto. En el mismo marco, se celebrará el desfile crucero de Louis Vuitton, firma patrocinadora de la competición, que ha elegido el emblemático Park Güell como escenario para presentar su nueva colección.
También hemos podido ver a la cantante Dua Lipa paseándose por las calles de Barcelona, donde grabó su último videoclip, Ilusion, que filmó en las piscinas de Montjuïc y con vistas panorámicas a toda la ciudad. La cantante visitó Barcelona para ofrecer un concierto privado en la convención mundial de MC Donald’s, que, por primera vez en sus 83 años de historia, la compañía americana celebraba fuera de Estados Unidos.
Barcelona es sinónimo de moda, cultura y tecnología: un año más, el Mobile World Congress ha escogido la ciudad condal como escaparate de las últimas innovaciones en el ámbito de la comunicación, los móviles y el sector tech. Cerca de 100.000 personas visitaron la capital catalana para asistir a este congreso, y la ciudad reafirma su posición como cuna del cambio tecnológico.
Todos estos eventos no son casuales, son fruto del trabajo por seguir potenciando y catapultando la belleza, el estilo de vida y todo el potencial que la ciudad ofrece. Decisiones que nos demuestran la confianza que grandes empresas y organizaciones tienen en Barcelona para acoger sus eventos más importantes.
De hecho, cabe recordar que nuestra apreciada Barcelona fue también la sede de los Juegos Olímpicos de 1992 --siendo la primera ciudad no capital de país elegida para acoger este evento--, un hito que marcó un antes y un después no solo en la ciudad, ni tampoco en España, sino en la manera de concebir y preparar los próximos JJOO. Fue entonces cuando demostramos nuestra capacidad de organización, nuestro carisma y empatía por acoger el que sería el evento más importante de la historia moderna del país. Y desde entonces, Barcelona ya es capital mundial.
Esta revitalización de Barcelona como anfitriona de eventos mundiales es una muestra de su capacidad para adaptarse a las nuevas tendencias y seguir siendo un destino atractivo tanto para el turismo como para los negocios. Nos hemos sabido reinventar, renovarnos, pero manteniendo la esencia y el encanto que hacen única nuestra ciudad.
Y lo digo con conocimiento de causa: el espíritu inimitable e intrínseco en la ciudad de Barcelona fue lo que nos llevó a inaugurar aquí, hace ahora dos años, la primera Juno House. La capital catalana era el enclave perfecto en ese momento y sigue siéndolo a día de hoy: igual que la ciudad, el club y cada una de las mujeres que formamos parte de él hemos crecido, evolucionado, seguimos floreciendo cada día, Esto pasa porque somos una ciudad cosmopolita, vibrante y llena de vida, con una rica historia y una oferta cultural y gastronómica incomparable, reconocida en todo el mundo. Una arquitectura modernista que nos define, nuestras playas infinitas, el clima envidiable que poseemos y un ambiente único convierten nuestra querida Barcelona en un lugar especial que atrae visitantes de todo el mundo.
Es reconfortante ver como Barcelona vuelve a florecer y a ocupar el lugar que le corresponde en el panorama internacional. Sin duda, la ciudad seguirá siendo un referente en el futuro y una elección de primera clase para aquellos que buscan un lugar especial para sus eventos más importantes.