El alcalde Collboni ha propuesto otorgar la Medalla de Oro de la Ciudad a Editorial Planeta porque cumple 75 años y por su trayectoria empresarial. Es la más alta distinción del Ayuntamiento a personas que han destacado “por sus extraordinarios méritos personales o por haber prestado servicios relevantes a la ciudad”. Esta medalla, vitalicia, lleva a recordar que el fundador de Editorial Planeta, José Manuel Lara Hernández (El Pedroso, Sevilla,1914-Barcelona,2003) fue nombrado Personaje Importante de la Ciudad de Barcelona en 1969, Medalla de Oro al Mérito Cultural de la Diputación Provincial de Barcelona en 1977, Creu de Sant Jordi de la Generalitat en 1988, Medalla de Oro al Mérito Cultural de la Ciudad de Barcelona en 2000… Y marqués del Pedroso de Lara, título otorgado por el rey Juan Carlos I en 1994.
Personaje legendario, fue carpintero, pintor, bailarín de revista y llegó a Barcelona como capitán de la Legión por méritos de guerra. Nacido para los negocios y casado con María Teresa Bosch, se dedicó a la compraventa de libros hasta que en 1949 fundó Planeta. En la fotografía de su primera parada de libros en Sant Jordi, le acompañaba su colaborador y amigo Josep Lluís Maruenda. Compañero del alma que abandonó los libros al desposar con Maria Dolors Boadas, la dama blanca de la histórica coctelería barcelonesa. Ellos dos eran los únicos editores, empleados, transportistas y vendedores que cimentarían el imperio editorial más grande de España y parte del extranjero. Así logró don Manuel crear un negocio que le permitía llegar a su despacho a las doce del mediodía, “porque un negocio que no te permite llegar a las doce, ni es negocio ni es nada”, decía. Publicando y premiando a autores rojos y azules, “me dio más dinero fabricar estanterías que las enciclopedias que vendía juntas”, ironizaba.
Planeta fue comprando editoriales catalanas de toda la vida, como Seix Barral, Destino, Tusquets o Ariel, que es a dónde queríamos llegar. Ariel comenzó la Història de la Literatura Catalana en 1964. Dirigida por Martí de Riquer, Antoni Comas y Joaquim Molas, era la gran obra pendiente que parecía de nunca acabar. Hasta que Lara la culminó con el Volumen 11 en 1988. La presentaron en el Palau de la Generalitat el president Jordi Pujol, el conseller de cultura Joan Guitart y el propio Lara. Acabados los contentos y satisfechos discursos de ambos políticos, tomó la palabra don Manuel. Y afirmó: “Todo lo que han dicho el president i el conseller está muy bien, pero manda cojo… que el que haya acabado la Historia de la Literatura Catalana sea un andaluz”. Los políticos no sabían qué cara poner, hubo risas sofocadas entre el público y Lara salió por la puerta grande.
Así que si Collboni da la más alta condecoración de Barcelona a Planeta, recoja quien recoja el galardón, su fundador, quien más multimillonarios premios repartió, se reirá en el más allá. Porque manda cojo… surrealistas que le den otra vez un premio vitalicio y ahora póstumo. Ambos muy merecidos.