No es ningún secreto que la inteligencia artificial está transformando el escenario tecnológico mundial, redefiniendo sectores como la sanidad, las finanzas, la movilidad y la educación, entre otros, y que va ocupando un espacio central en el ecosistema empresarial, tanto a nivel local como internacional.

En Silicon Valley, uno de los pilares de esta revolución, todos se hacen la misma pregunta (especialmente desarrolladores, inversores, grandes empresas y expertos tecnológicos): ¿cuál será el futuro de la IA? ¿Será solo un fenómeno que ha crecido indiscriminadamente pero que acabará estallando como una burbuja? ¿O realmente cumplirá sus promesas como tecnología capaz de transformar nuestras interacciones y procesos? A medida que la IA avanza, tiene el potencial de lograr dos objetivos fundamentales: cambiar los hábitos de los usuarios y generar nuevos modelos de negocio.

La empresa Loccus.ai, una startup barcelonesa especializada en el desarrollo de soluciones de IA, es un claro ejemplo de este escenario incierto. Recientemente, la empresa fue vendida a una organización más grande, no por un fracaso económico, sino como una estrategia para asegurar que pudiera continuar desarrollando sus tecnologías y productos. En un mercado incierto, la unión de startups y grandes empresas facilita la mejora de la tecnología y asegura soluciones asumibles por el mercado.

A medida que la IA continúa su rápida evolución, el ecosistema de la innovación de Barcelona se convierte en un terreno fértil para la creación y desarrollo de nuevas tecnologías, transformándose en un epicentro de startups. De las 12.041 startups contabilizadas en España en 2022, más de 2000 se encontraban en la ciudad condal. Son unas cifras que reflejan perfectamente la efervescencia del ecosistema emprendedor de la ciudad, captando alrededor del 50% de la inversión en startups de todo el estado.

Aun así, nuestra ciudad tiene que seguir trabajando activamente para atraer inversiones, especialmente a nivel internacional y por parte de aquellos y aquellas que quieran iniciar o expandir sus negocios en la ciudad. Para conseguir estas inversiones, la captación y retención de talento adquiere especial relevancia, ya que constituye la base para garantizar el futuro del ecosistema de innovación local. Universidades y centros de conocimiento son los principales garantes de la existencia de talento, tal como pasa en el distrito 22@, donde estas instituciones conviven con empresas, startups y otras organizaciones que fomentan la colaboración y el intercambio de ideas, creando un entorno propicio para la innovación y el desarrollo tecnológico.

El distrito 22@ de Barcelona no solo es ejemplo en lo ya expuesto, sino que también lo es en la capacidad que tiene de establecer conexiones con otros ecosistemas internacionales, coordinando el Innovation District Alliance, por ejemplo. Barcelona tiene que trabajar para ser atractiva y para eso es clave conectar con otros ecosistemas y distritos de la innovación, tal como promueve la asociación 22@ Network Barcelona.

En la actualidad, hay empresas tecnológicas que están sufriendo ajustes, como es el caso de los despidos recientes en Samsung y en grandes corporaciones de los Estados Unidos. Aunque estos cambios pueden parecer negativos a simple vista, también pueden representar una oportunidad para Barcelona. El ecosistema de startups puede aprovechar este contexto para captar talento y atraer inversiones que ayuden a las empresas a crecer y a establecerse en el mercado internacional.

La colaboración entre grandes empresas y startups es crucial, más aún en sectores donde la innovación es constante. Las compañías, muchas veces demasiado focalizadas en mantener sus niveles de ventas y márgenes de negocio, encuentran dificultades a la hora de desarrollar nuevas tecnologías en distintas áreas. Es aquí donde las startups pueden ser aliadas clave para las grandes organizaciones, actuando como proveedoras de innovación en sectores específicos. De hecho, dicha interacción ya se está llevando a cabo, principalmente en incubadoras, aceleradoras y espacios de coworking como Barcelona Activa, Aticco Lab, Impact Hub y muchas otras, donde diversos programas facilitan la conexión entre el talento de las startups, las corporaciones y los mentores.

Para las corporaciones es sumamente importante estar actualizadas y hacer seguimiento de las nuevas startups que nacen, para poder identificar aquellas que tienen el potencial de llegar al mercado con una apuesta por soluciones disruptivas. La colaboración, pues, es especialmente relevante en sectores deep-tech, donde el desarrollo de un prototipo o un MVP puede requerir mucho tiempo y recursos. Las sinergias entre startups y grandes empresas pueden acelerar este proceso y beneficiar a ambas partes.

El futuro puede ser incierto, pero está repleto de oportunidades, especialmente para aquellas startups dispuestas a capitalizarlas. Barcelona tiene un papel privilegiado en este contexto gracias a su ecosistema dinámico y a su capacidad de atraer inversión y talento, pero su crecimiento y consolidación como un referente internacional en innovación y desarrollo tecnológico deberá ir de la mano de la colaboración entre startups y grandes empresas.

En esta línea, el 22@ Network Barcelona se presenta como un actor clave en el fomento de estas sinergias, evidenciadas en eventos como los Premios 22@Start 2024. Este certamen reconoce a startups y emprendedores del distrito 22@ de Barcelona, destacando la iniciativa y el valor del esfuerzo, al tiempo que impulsa el tejido emprendedor. La edición de este año se celebrará el próximo 28 de noviembre.