A dos años de las municipales la casa de Junts sigue sin barrer. Siguen sin tener un candidato, que pueda hacer frente a un Collboni crecido. Las quinielas son variopintas porque a los que pueden ser se sitúan, con ardor guerrero, los que quieren ser. Sustituir a Xavier Trias no es una tarea fácil. 

El único que se conoce Barcelona es el actual jefe de filas: Jordi Martí, pero Martí tiene difícil ocupar la pole position en 2027. Ha sido siempre la mano que mece la cuna en el Gobierno municipal y en la oposición, pero su tirón popular está entre cero y menos cero. No sirve para los intereses de un partido que sigue pendiente de dar satisfacción a las necesidades de Carles Puigdemont. 

En los últimos días, se ha producido un cierto revuelo con la salida de un nombre a la palestra: Artur Mas. Dicen que se le estaría tanteando porque tiene un perfil similar a Trias. Podría tener tirón por sí mismo y no es militante de Junts. Eso puede ser un problema para algunos y una oportunidad para otros.

Sin embargo el escenario ha cambiado. En 2023, Junts se camufló bajo las faldas de Trias por Barcelona. No parece que en 2027 pudiera funcionar un Mas por Barcelona porque, simplemente, no es creíble.

Trias se presentó como una apuesta por la moderación, recuperando un perfil netamente convergente y era la otra cara de la moneda, la antítesis de Ada Colau. Mas podría representar al viejo gen convergente y de la moderación, pero Colau no gobierna. Collboni es otra cosa y podría competir en el terreno de la moderación y el buen gobierno sin despeinarse. 

Calentando la banda está Damià Calvet. Tiene experiencia en política municipal pero también es un gran desconocido con escaso tirón popular. En las quinielas aparece Jaume Giró. No tiene tirón popular pero sí una amplia agenda en el mundo empresarial barcelonés que cultivó durante años en la Fundación La Caixa.

Si alguien le acusa de no conocer Barcelona, que no se equivoque, se la puede estudiar en poco tiempo porque capacidad de trabajo no le falta. No le pasará lo que a Elsa Artadi cuando le preguntaron los colores de las líneas de metro de Barcelona y contestó que no lo sabía porque ella se movía en coche oficial. 

El hombre más cercano a Carles Puigdemont es Josep Rius. Vicepresidente del partido y portavoz. Rius es un hombre con la cabeza bien amueblada, pero tengo mis dudas de que le interese en exceso la vida municipal. En su contra, que tampoco es conocido.

En esta lista no podemos olvidarnos de Joaquim Forn. No era un mal candidato. Digo era porque parece que ha declinado la oferta. Tenía buenos ingredientes. Es un hombre conocido, con un perfil moderado y tiene conocimiento de la ciudad. Pero, ha declinado porque la política deja secuelas. 

Hay un problema añadido. Cuánto más se tarde más se reducen las posibilidades de presentar una candidatura de éxito, máxime cuando Aliança Catalana está amenazando los caladeros junteros. De momento, ninguna encuesta les da entrada en el consistorio, pero puede robar votos a los de Puigdemont y dejarlos noqueados en la lona.

Los de Orriols no hace falta que presenten a alguien conocido porque su marca tiene poder. La de Junts necesita pasar la ITV y sin candidato, les sugiero que además hagan una puesta a punto.