La derecha española, y la catalana, siempre han sido muy de misa. Muy católicas. Eso sí se ponen de perfil cuando toca. Cuando Franco se paseaba bajo palio, la derecha española aplaudía a rabiar y la catalana se llenaba de júbilo olvidándose incluso del idioma.
Cuando se conocieron los casos de pederastia --demasiados casos-- esa misma burguesía se apoltronó en el negacionismo y amparaba a la cúpula de la iglesia que se esmeraba en taparlo.
Siempre se hacían fuertes frente al débil. La iglesia, y la religión por ende, siempre se amparaba en el establishment y el establishment la amparaba a ella evitando que pagara impuestos u otorgándole el monopolio educativo.
Eso sí, la religión amparaba a los que se salían del carril porque la confesión lo arreglaba todo.
En los últimos meses estamos asistiendo a un asunto escabroso. Horrible y vergonzoso. Como Europa y, sobre todo, en España como la derecha con su armada mediática se ha puesto las pilas para justificar y amparar el asesinato masivo en Palestina. La iglesia también.
El nuevo Papa nos hace recordar mucho al Papa Francisco. Se ha puesto en marcha una limpieza étnica que pasa no solo por asesinar a tiros y bombas a los gazaties sino que ahora que se les mata de hambre o se aprovecha que van a buscar comida para rematarlos como si fuera un tiro al plato.
A Sánchez lo pusieron a bajar de un burro cuando cuestionó la respuesta de Israel. Se dijo que era amigo de los terroristas de Hamàs tras los atentados del 7 de octubre.
A Jaume Collboni, se le tildó de todo cuando rompió relaciones con Israel y se le acusó de antisemitismo. Los muy católicos de la derecha catalana, Junts, y la española, Vox y PP, no practican lo que dice la religión católica.
No les interesa porque están inmersos en su propia lucha en favor de la civilización cristiana de Europa ahora aliada del sionismo más irredento y asesino.
Abogo por un nuevo debate sobre esta cuestión en el pleno municipal. Me encantaría oír los discursos de apoyo al Estado de la Muerte de Israel. De esos que amparan el genocidio porque “son ellos o nosotros”, como decía una ministra israelí hace unos días en un vídeo que recreaba Gaza como un resort.
Eso sí, sin gazaties. Al ritmo que van en poco tiempo quedarán pocos y sin fuerzas. Los que sufrieron el holocausto no están cargados de razones para ejecutar otro ante la mirada pasiva de la derecha católica.
Hace siglos arremetió contra los judíos y ahora ampara que los judíos al mando de un filonazi como Netanyahu asesine a miles de personas y los condene a morir de hambre. ¿Dónde quedan aquí los principios de la España y la Catalunya católica? Les recuerdo que uno de los mandamientos es “no matarás”.
La derecha española y catalana se han puesto de parte del sionismo. La iglesia también. Los que no son agitadores sionistas son simplemente cómplices que abogan por mirar a otro lado.
Con las imágenes que vemos a diario me gustaría saber como Jordi Martí, Dani Sirera y Gonzalo de Oro Pulido lo justifican y no se sonrojan. Quiero saber como justifican el genocidio.