“Escenificación”. Con este adjetivo la vocal de la AVV per la Rehabilitació del Casc Antic, Maria Mas, tilda la rueda de prensa en la que el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau comunicó los avances para enterrar el proyecto del Hotel del Palau. Y sí, el fondo de la cuestión gustó a la entidad: modificar el Modificado del Plan General Metropolitano (PGM) para que, allí donde iba un hotel, vaya un equipamiento público. Pero ni las formas ni lo que se han encontrado después ha agradado al movimiento vecinal. De hecho, decidieron no presentarse en la rueda de prensa que se celebró un domingo y a la que les invitaron con menos de 24 horas de antelación.
HOTEL, MILLET Y EL INTERÉS GENERAL
Para refrescar la memoria, cabe recordar que el Hotel del Palau fue el proyecto que terminó por destapar toda la trama corruptiva que habían levantado Félix Millet y Jordi Montull. De hecho, las irregularidades no habrían sido posibles sin la colaboración (al parecer involuntaria) de las administraciones públicas. Tal como figura en los documentos, el equipo de Urbanismo del Ayuntamiento avaló en 2009 la modificación del PGM para permitir la construcción del hotel, basándose en el “interés público” que podía suscitar el complejo en el barrio. Sin embargo, este presunto interés siempre ha sido negado por parte del movimiento vecinal, el cual continúa pidiendo al Gobierno municipal que recoja su denuncia en la memoria de la nueva modificación del PGM. "Nunca hubo interés público en aquella obra", incide el abogado de las entidades, Daniel Jiménez.
Sin embargo, lejos de aceptar y arremeter contra la decisión de sus técnicos de Urbanismo en 2009 (muchos de los cuales continúan trabajando en la Casa Gran), el Gobierno municipal alega que la modificación de la modificación se ha llevado a cabo porque la anterior “ha caducado”, explica el letrado. “Me parece tramposo salvar la cara al cuerpo de Urbanismo que aprobó en su momento la operación, porque esa operación sigue sin tener ningún tipo de interés”, añade. Con esta forma de justificar la modificación, tanto él como sus clientes entienden que la cúpula del Gobierno obvia las malas prácticas de los funcionarios del Ayuntamiento e intenta "salvar los muebles".
CERRAR FILAS
En este sentido, Jiménez asegura que, con la toma de la vara de alcaldesa por parte de Colau, el movimiento vecinal esperaba que el nuevo ejecutivo hiciese un lavado del cuerpo de funcionarios. Una renovación que, sin embargo, nunca llegó y que el letrado cree entender de la siguiente manera: “Hay que ponerse en el lugar de todo el mundo y entender que un Gobierno municipal que no tiene ni mucho menos la mayoría y tiene que pactar precisamente con uno de los partidos que más décadas ha estado aquí y que ha forjado su propia red de técnicos fieles que continúan, pues es muy complicado variar esa estructura”, sopesa.
¿Cuál es la cuestión de fondo de esta hipótesis? El freno de los socialistas al proceso de renovación. De hecho, el abogado de las entidades va más allá y señala que los funcionarios incluso pudieron redactar informes contrarios a las pretensiones programáticas de los comuns. Un presunto boicot que, en los últimos meses, el ejecutivo habría querido destensar mediante alabanzas públicas a la labor de estos profesionales. Reconciliación que, sin embargo, puede tener diferentes costes, como aparcar determinados puntos del programa electoral. “No se ha abordado con seriedad y de raíz, por ejemplo, el tema de la participación ciudadana”, apunta Jiménez.
LOS VECINOS, COMO SIMPLE PÚBLICO
Tal como relata Maria Mas, sobre las 16 horas del sábado anterior a la rueda de prensa, tanto ella como el abogado de su entidad vecinal recibieron la llamada de la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y de la regidora de Ciutat Vella, Gala Pin. La pretensión de la llamada, al fin y al cabo, era invitar a las entidades a asistir a una rueda de prensa donde les informarían de las últimas novedades respecto al Hotel del Palau (es decir, la modificación de la modificación). O dicho de otro modo, explicarles los últimos avances que se han hecho desde la administración en medio de la calle.
“No eran formas por los años que llevamos luchando”, denuncia la vocal de la AVV, quien añade que “el abogado que nos lleva el caso es lo suficientemente serio como para explicarle cómo están las cosas, pero ni eso; a él también lo llamaron el día anterior”, desvela. De hecho, Jiménez mismo admite haberle gustado saber de cómo avanzaba el caso, en lugar de recibir toda la información junto a la prensa. Cabe destacar que en la rueda de prensa tampoco asistieron los responsables de la Generalitat (parte imprescindible para ejecutar la MPGM).