La advertencia de John Hoffmann, consejero delegado de la patronal de telefonía móvil GSMA y organizadora del Mobile World Congress (MWC), sobre la necesidad de tener estabilidad política para que se pueda mantener en los años venideros la principal cita de telefonía a nivel mundial en la capital catalana no fue gratuita. De hecho, Hoffman había visto con sus propios ojos la actuación de piquetes y le habían llegado mensajes muy claros de que la huelga de este miércoles era de cariz político. Ello no ayuda a la sensación de calma y estabilidad que demandan las organizaciones internacionales para sus eventos.
De ahí que en la reunión del patronato de este miércoles, dejase caer la preocupación “por la inestabilidad política, aunque no dijo nada más”, según confirmaron fuentes del propio Ayuntamiento barcelonés a Metrópoli Abierta. De hecho, GSMA tiene un contrato firmado con el Ayuntamiento de Barcelona hasta el año 2023, pero una cláusula permite rescindirlo antes si hay circunstancias consideradas excepcionales por la organización. El primer teniente de alcalde. Gerardo Pisarello, afirma tajante que “en ningún momento se plantearon dudas sobre la continuación del Mobile en la ciudad”. Y subraya que “la gente que participa en congresos sabe que Barcelona es una ciudad puntera. Había dudas acerca de la situación de incertidumbre en general, pero no sobre el futuro del MWC”. Pisarello afirma que habló personalmente con miembros del Mobile “y valoran muy positivamente la actitud de la alcaldesa, que ha hecho reiteradamente llamadas a la estabilidad, a buscar espacios de diálogo, a que haya una desescalada de la situación de conflicto… eso es lo que el mundo de la empresa valora mucho”.
En la reunión del patronato también se encontraba el secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle. Tanto éste como la alcaldesa Colau y el teniente de alcalde responsable del área de Empresa, Jaume Collboni, trasladaron a Hoffman el mensaje de que el 21 de diciembre se habrá acabado el clima de inestabilidad porque habrá un nuevo Gobierno catalán que tomará las riendas con toda normalidad. Por tanto, tras las elecciones ya habrá pasado todo y estaremos en otra fase. Los miembros del patronato se han emplazado para el mes de enero, fecha en que se celebrará la próxima reunión. Ya veremos entonces si el clima se ha serenado o la crispación se dispara por los resultados de los comicios.
LOS TRES MENSAJES DEL AYUNTAMIENTO
Desde el consistorio se explica que la reunión del patronato “se desarrolló con total normalidad y se ratificaron todas las decisiones previstas. No hubo ninguna situación extraña”. Desde algunos estamentos municipales, no obstante, se admite que si en 2019 persiste el clima de inestabilidad, el Mobile puede huir de Barcelona. De ahí que la alcaldesa, Ada Colau, en su turno de palabra, trasmitiese un mensaje “de tranquilidad” a Hoffman.
“Somos conscientes de que hay una situación de excepcionalidad pero no sólo en Barcelona, sino en Cataluña y en España. Son momentos difíciles, con una parte del Gobierno catalán en prisión, con unas elecciones en el horizonte… pero Barcelona ha vivido situaciones difíciles y también saldremos de ésta”. Los tres mensajes lanzados desde el consistorio sobre la crisis del Mobile son que hay que tener confianza en que Barcelona saldrá de esta situación, que tanto desde Madrid como desde Barcelona se coincide en que en diciembre se normalizará la situación y un tercer mensaje político a la oposición: “Deben tener la responsabilidad de no hacer polémica con el Mobile”.
Desde los grupos opositores, sin embargo, es inevitable la sensación de alarma sobre la posibilidad de que la capital catalana pierda la principal cita tecnológica del mundo. “La inestabilidad política causada por el independentismo está perjudicando seriamente la economía de Cataluña y de Barcelona”, dice Alberto Fernández Díaz, líder del PP municipal. Los populares destacan que el clima política propicia fuga de empresas y freno a las inversiones. “El MWC representa un retorno de beneficios directos para la ciudad de más de 400 millones de euros y es fundamental para sectores como el taxi, el comercio, la restauración o el turismo”. Este año, además, batió todos los récords al recibir 108.000 visitantes que dejaron un impacto económico de 465 millones de euros y 13.000 puestos de trabajo.
Pero se duele de que hay proyectos paralizados, como la elección de la Agencia Europea del Medicamento. “Las huelgas de Metro ya causaron problemas al Mobile. Y ahora, la situación política. Pero también hay otro peligro: los comunes de Ada Colau van a decidir si rompen el Gobierno con el PSC… todo ello no ayuda a que haya un clima de estabilidad política, máxime cuando la alcaldesa se dedica a tuitear todo el día con cuestiones puramente políticas sobre el independentismo y deja de ejercer de alcaldesa”.
Marilén Barceló, de Ciudadanos, también es pesimista. “No podemos permitirnos que la aventura separatista nos haga perder más empresas o inversiones que perjudiquen el crecimiento de la ciudad”, denunció este jueves. Además, advierte a este diario que hay “mucha inquietud por la situación de inestabilidad, que nos llega desde todos los sectores”. Este grupo municipal pedirá a Ada Colau que explique las medidas que se toman para que el MWC se siga celebrando en Barcelona, ya que “no sabemos qué se está haciendo”.
UN HUB DE PRIMER ORDEN
El teniente de alcalde Pisarello le da la vuelta a la situación. “Yo no he notado que el Mobile se quiera ir, sino que he notado lo contrario: lo que hay es ganas de que se encuentre una solución al conflicto porque Mobile quiere quedarse en la ciudad. Su apuesta no se ha hecho con ninguna otra ciudad del mundo. Y es lógico que quieran un escenario lo más estable posible”.
Pisarello destaca que Barcelona acoge la próxima semana el Smart City Eco, un congreso tecnológico de primer orden, y cuya participación ha roto todos los récords. “Hay muchos actores económicos locales e internacionales que quieren una salida lo más estable para el conflicto y valoran muy positivamente la actitud del gobierno de la ciudad”. Ello confirma, según el teniente de alcalde, que Barcelona se confirma como un hub tecnológico de primer orden en Europa.