En esta nueva entrega de 'Diálogos de Barcelona' se ha debatido sobre los problemas de convivencia en La Salut con el ruido que provocan por un lado los turistas que visitan cada día el Parc Güell y cómo se ha modificado el barrio a raíz de ello, y en la Vila de Gràcia con el ruido que se origina cada noche en las plazas y que impide el descanso de los vecinos.
"Es una invasión a diario". Así ha definido Céline Coillard, miembro de la Asociación de Vecinos La Salut-Salleny, la situación que viven los vecinos del barrio cuyas viviendas se encuentran en los accesos al Park Güell de Barcelona. "Es muy corriente ver gente intentando entrar a las escuelas para hacer pipi o sacando fotos a los niños. Es muy molesto", se ha quejado esta vecina que lamenta que el comercio de proximidad ha desaparecido en el barrio para dar lugar a tiendas enfocadas al turista.
"No tenemos comercios. Tenemos una farmacia, un colmado y el resto son tiendas de souvenirs, cafés, bares y restaurantes que sirven sangría, paella y cierran sobre las seis. Por lo tanto, el barrio se queda desierto cuando se van los turistas", ha añadido Coillard en respuesta a la moderadora del debate, la periodista Paula Baldrich.
En el debate también ha intervenido Manel Sanz, jurista y miembro de la Sindicatura de Greuges de Barcelona, quien ha explicado que el problema es que "la oferta económica que hay en el barrio no es para vuestro provecho, es para una población flotante que aparece y desaparece. Entonces tenéis que desplazaros fuera del barrio para el consumo doméstico".
Sobre los problemas en Gràcia por el ruido en las plazas por la noche, Sanz entiende el problema que supone para los vecinos, pero recuerda que "el clima Mediterráneo invita a permanece en el espacio púbico". Como solución, pide la implicación de los propietarios de los bares. "Los titulares de los locales de pública concurrencia han de ayudar cuando haya problemas, exceso de ruido o conflictos, fuera de su local, pidiendo la intervención de la Guàrdia Urbana".