Zalon: “Amy Winehouse me dio el mejor consejo: que conectara con mi verdad”

Hay sombras, y penas, tan alargadas que casi mejor asumirlas. Amy Winehouse le dijo ‘no’ a la vida, pero su memoria y su legado estarán siempre ligados a un nombre, Zalon. El artista, que acepta con naturalidad ser anunciado como el corista de Amy, es sin embargo uno de los mejores intérpretes de soul de Gran Bretaña. Estuvo con la añorada diva en su momento de gloria y durante su publicitado declive. El próximo 6 de marzo actuará en la sala Luz de Gas reivindicando clásicos del género y, cómo no, de la autora de Back to black. Y si hay alguna voz acreditada para hacerlo es la de Zalon.

¿Cómo será este concierto que ofrecerás en Barcelona?

Cada show es único porque me alimento de la energía de la audiencia y, por consiguiente, siempre es distinto. A veces hago que la gente se suba al escenario, a veces bajo yo a cantar entre el público… Pero mi objetivo es que todos nos lo pasemos genial.

Además de clásicos de Marvin Gaye, Curtis Mayfield o James Brown, rendirás homenaje a Amy Winehouse. ¿Cuál de sus canciones te emociona especialmente cantar y por qué?

Las canciones de Amy son realmente potentes, así que según el momento me siento más conectado con una u otra. Actualmente, la que más resuena en mi interior es I’m not good. Una composición muy poderosa en la que Amy pinta imágenes con sus palabras de una forma tan maravillosa que visualizas la escena mientras la cantas.

Tu carisma y tu buen gusto musical son indudables, pero ¿qué crees que el público valora más de ti?

Creo que inicialmente le interesó que tenía un legado junto a Amy Winehouse. Pero cuando vienen a mis actuaciones se interesan ya por mí y por los buenos momentos que compartimos. Lo importante es conseguir conectar.

"Juntos formamos parte de algo muy especial y mágico durante 10 hermosos años"

¿Y no te molesta que sigan refiriéndose a ti como el corista de Amy Winehouse?

Me molestaba al principio. Por eso, cuando Amy falleció no publiqué apenas nada de ella ni la mencionaba en mis redes sociales. Pero luego me di cuenta de que juntos formamos parte de algo muy especial y mágico durante 10 hermosos años. Y no tenerlos en cuenta ni recordarlos era como robarme a mí mismo una década imprescindible de mi vida. Así que cambió mi postura y entendí lo normal que es que me promocionen como el corista de Amy Winehouse. Pero, insisto, lo que sucede es que la gente acaba apreciando mi trabajo y descubriéndome como artista. Comprueba cómo me he desarrollado artísticamente y se da cuenta de todo lo que puedo aportar.

Zalon en un concierto

¿Qué es lo que más admiras y lo que más te irrita de Amy Winehouse?

Admiro que fuera honesta en su vida y en su música. Que fuera lo suficientemente valiente como para hablar de sus fortalezas, de sus debilidades y de sus defectos. Lo que más me irrita es que ya no está aquí porque creo que tenía mucho, muchísimo por ofrecer. Y me enerva que haya personas que hablen de ella sin conocerla.

Cuéntanos cosas de tu infancia. ¿Cómo se lleva ser hijo de toda una leyenda del reggae, del cantante jamaicano Dr Alimantado?

La música reggae ha sido importante de mí. Cuando crecí mi padre no estaba en casa, aunque él jugó un papel muy activo en mi vida, y me apoyaba mucho en todo lo que me proponía y quería. Sigue siendo uno de mis grandes apoyos y sí, sin duda, un gran mito. Mi gran mito.

"Black Street, Jodeci, Guy… a todos los escuché de niño y adolescente"

El reggae lo llevas en el ADN, pero quien te cautivó siendo un niño fue Michael Jackson con su disco Bad. Con él entendiste el concepto de showman. Otra muerte prematura de otra figura incuestionable. ¿Qué otros artistas han marcado tu carrera?

Marvin Gaye y tantos otros artistas del sello Motown. También estrellas de los años 90 como Black Street, Jodeci, Guy… a todos los escuché de niño y adolescente y ejercieron un fuerte impacto en mí. Y no me puedo olvidar de Dru Hill y de Sisqo.

Permíteme volver a Amy. Formaste parte de su equipo en los tiempos del legendario Back to black (2006), te fuiste con ella de gira y, cuando preparabas tu disco de debut, fue también tu aliada. ¿Qué consejo era el que más te repetía?

Insistía en que conectara con mi verdad. Probablemente, el mejor consejo que te pueden dar. Y también me dijo que la fama no era real. En ese momento no lo entendí. Ahora sí. Pero me quedo con el primero: cuando realmente compruebas que conectas contigo mismo, eres auténtico y cualquier cosa que hagas estará bien.

Amy Winehouse y Zalon compartiendo escenarios

¿Es cierto que os conocisteis cuando tú estabas actuando en el club londinense 10 Rooms, extinto refugio de famosos, y ella subió al escenario para decirte “eres increíble” pero tú no la reconociste, le contestaste un simple “gracias” y seguiste cantando?

Sí, es totalmente cierto. Amy ya había editado el álbum Frank en ese momento, pero yo nunca había oído hablar de ella. Y cuando la escuché cantar, el impacto fue brutal y nos convertimos en grandes amigos. Estábamos tan unidos, que solíamos olvidarnos del mundo y nos cantábamos el uno para el otro. Ella fue una de las primeras y únicas artistas que si se soltaban y cantaban libremente era como si alguien te clavara un cuchillo en el corazón y lo retorciera. Cantaba con mucho dolor y, sin embargo, cantaba liberada.

¿Estás preparando algún disco? ¿En qué andas enfrascado este 2019?

Sí, estoy preparando un nuevo trabajo aunque antes quiero publicar algunos singles y videoclips del álbum Liquid Sonic Sex que grabé en diferentes partes del mundo. El año pasado organicé mi propio festival de soul en el centro de Londres y este 2019 me gustaría montar dos: uno en verano y otro en invierno. Se llama Soul Royalty Festival, y tiene lugar en Devonshire Square. Tuvo un gran éxito, lo retransmitimos en directo y llegamos a más de trescientas mil personas. Fue todo un orgullo para mí. Pero mi gran objetivo es seguir fiel a mis principios y a mis verdades. Y fomentar y ver cómo crecen los valores realmente importantes en la vida, que nada tienen que ver con la fama, ni con la gloria ni con el dinero. Nada de todo esto nos lo podremos llevar. Así que mejor pensar en lo que sí prevalecerá: el talento y el legado artístico.