El cuerpo femenino constituye un tabú: mostrarlo desnudo parece un escándalo. La figura de la mujer se sigue concibiendo en distintos ámbitos como un “objeto” erótico. Es por eso que cada vez más gente –con razón– desafía al sistema bajo la etiqueta “free de nipple”, que clama libertad en Instagram para poder mostrar los pezones y cualquier otra parte del cuerpo. Sin censura.

Una de las artistas que ha logrado aunar en un movimiento esta demanda es Claudia Sahuquillo. Con (tan solo) 25 años, ha viralizado la proclama “Skin is the new canvas” (la piel es el nuevo lienzo). Y, en poco más de dos años, su arte ha recorrido medio mundo y ha contribuido a crear conciencia sobre el empoderamiento femenino. “Es un acto reivindicativo”, detalla entusiasmada en una entrevista con Metrópoli Abierta.

DESCONTEXTUALIZAR EL DESNUDO

Sus performances –de dos horas– tratan de descontextualizar el desnudo para que deje de ser un tabú y salga a relucir el carácter feminista –y sin pudor– que se esconde detrás de su arte. “Se crea un fenómeno mágico, de comunidad, una buena atmósfera, un lugar seguro”, comenta. Las presentes se despojan de la ropa y los primeros 15 minutos sienten vergüenza: su cuerpo está expuesto a otras miradas. “Luego, cuando les digo que se pinten entre ellas, se relajan y se olvidan”, resalta.

Pero lo que hace Sahuquillo no es body painting. Va más allá. Se trata de una especie de terapia colectiva con un trasfondo reivindicativo. “Muchos hombres dicen que se sienten excluidos del discurso, pero no es así”, puntualiza sobre el leitmotiv del proyecto que no se centra solo en las mujeres.

Su intención es mostrar las distintas realidades y cuerpos, por eso el arte brota en cualquier tipo de piel. Y las personas que asisten, al final, experimentan transformaciones “brutales”.

ALGO MÁS QUE EL SEXO

“Nuestro cuerpo es algo más que el sexo, es natural y cuando nos miramos en el espejo no solo vemos la sexualidad”, deja claro. Ella apuesta por la reivindicación del feminismo desde "la diversión y la fiesta, con una actitud positiva", sin entrar en enfados ni en odios. “Tengo un hermano gemelo y he visto siempre las diferencias de género. He tomado conciencia muy pronto, desde muy joven”, cuenta sobre su experiencia personal.

De hecho, este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, estará en la manifestación feminista de Barcelona haciendo de las suyas. Después del éxito logrado con sus camisetas de pechos, las denominadas tit-shirt, y las totebags con sus diseños, pintará de color morado a “todas aquellas que se acerquen a los Jardines d'Emma” por la tarde, sobre las 18 horas.

Claudia Sahuquillo no solo ha sabido comunicar un concepto que está llegando a las generaciones más jóvenes a modo de inspiración, sino que ha sabido “monetizar” su talento. Ahora puede vivir de ello. De transmitir –y propagar– el mensaje feminista.

“No somos débiles”, incide ufana. “Las mujeres tenemos que demostrar que somos fuertes y podemos liderar”, considera. Y, así, con la naturalidad por bandera, su (colorido) arte colma las redes sociales. Y, sí, ahora también las calles.

 

 

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