Cuando tenía tres años –solo tres– a Gaby le diagnosticaron cáncer. Era Neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil con un alto índice de mortalidad. Su madre, Edna Rocío Cañizares, lo dejó todo para cuidar a su hija en Barcelona, donde viven las dos solas. “Cuando creíamos que esta horrenda enfermedad se había ido, vuelve, y esta vez, más despiadada que nunca”, cuenta con tristeza la madre.

Tras varios años de cirugías, quimioterapias e inmunoterapia, el cáncer ha regresado. Con metástasis en la médula y en los huesos. También se ha visto afectado su hígado, la masa paravertebral y múltiples ganglios, según detalla la madre de Gaby, la niña que tiene ahora ocho años.

PIDE DIFUSIÓN Y AYUDA

Edna ha difundido su historia en las redes sociales y ha pedido ayuda a través de la plataforma Gofundme donde ha lanzado un crowdfunding. Su objetivo es lograr 90.000 euros para costear su tratamiento en el exterior, concretamente en Michigan (EEUU), donde accedería a “una terapia efecto vacuna” que podría proteger a Gaby de futuras recaídas.

Por ahora, han logrado recaudar ya más de 8.000 euros. “Me asusta no poder contar con recursos para poder sostenernos. ¿Cómo trabajaré y cuidaré a mi niña?”, se pregunta. En este sentido, apela a los padres y les pide auxilio. “Os necesitamos”, se sincera. Pese al panorama, no se rinden y lanzan un mensaje esperanzador, lleno de energía: “Somos unas guerreras, fuertes y firmes con la convicción de nunca entregarnos”.

En España, cada año se diagnostican 1.400 nuevos casos de cáncer infantil, según la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer. De estos, unos 1.050 corresponden a menores de 14 años y otros 400 a adolescentes. Pese a que la tasa de supervivencia es del 80 %, todavía queda un largo camino por recorrer y acabar con el cáncer de una vez por todas.