Joan Manuel Serrat

El Noi del Poble Sec ha sido condecorado con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Justo cuando anuncia que se retira el año que viene y se cumplen 50 años de su canción Mediterráneo. Según el Consejo de Ministros, “por su brillante carrera y su contribución a la cultura y el arte españoles”. Según la ultraderecha supremacista de Cataluña, por simpatizar con el socialismo de verdad y por ser un traidor que canta en castellano. Precisamente él, que ha hecho grandes canciones en catalán, que defendió su lengua cuando era atacada de verdad y que partió al exilio verdadero, no como los de ahora.

Serrat siempre reivindica ser un chaval de barrio del Poble Sec, un buen estudiante de la Universidad Laboral de Tarragona y un catalán que ha popularizado internacionalmente a poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Mario Benedetti, Joan Salvat Papasseit, Josep Vicenç Foix, Pere Quart, Josep Carner, Josep Palau i Fabre, Joan Vergés o José Agustín Goytisolo, entre otros. En dos lenguas y todos al servicio de la libertad.

Pocas veces una canción como Mediterráneo ha tocado y toca la fibra sensible, sensual y sentimental de varias generaciones. Hasta convertirse en un himno común para tierras y comunidades mediterráneas y más allá “de Algeciras a Estambul”. Como una seña de identidad que une a pueblos y países sin diferenciar idiomas, ideologías ni fronteras. Y la última cita de su largo adiós, dentro de un año en Barcelona, nano.