Jaume Collboni ha creado otra puerta giratoria para su exjefa de gabinete, Aránzazu Calvera. La que fue viceprimera secretaria de la Joventut Socialista de Catalunya ha sido agraciada con un subidón de sueldo que pasa de los 70.000 euros anuales a los 90.000. Sus ganancias se deben a que es gerente de Turisme de Barcelona. Una nueva canonjía innecesaria e inexplicable, porque ya tiene una directora general llamada Marian Muro.
De joven, Calvera se presentaba como licenciada en Derecho, activista de Creu Roja, Acnur, Solidaritat Internacional y Avalot. Perfil ideal de una empleada del partido que se encumbró a señora de confianza de Collboni. Otras aportaciones de Calvera a la sociedad son sus sesudos artículos en un diario digital y en una red social de mujeres. Un par los dedicó a “descubrir las cosas que esconde el Mobile World Congres” y a desacreditar un evento tan importante para el turismo. Brillan con luz propia los titulados: Duda existencial: ¿soy mujer o soy hombre? ¿Una 40 de pantalón? Muy gorda para Mango. O Más débil, más pequeña y menos inteligente.
El cargo que deja vacío en el Ayuntamiento lo ocupa Miquel Rodríguez, quien se embolsará 70.012 euros anuales. Era comisionado de la Agenda 2030, donde se encargaba de “lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Nombrado por Colau, estaba incrustado en la tenencia de alcaldía de la socialista Laia Bonet. De este modo, el aspirante a alcalde ha logrado que en época de crisis, pobreza y ahorros forzados, las arcas, finanzas y chiringos de su partido gocen de rebosante salud. Lo paga el contribuyente.