Xavier Rubert de Ventós ha muerto a los 83 años, y deja un enorme legado para una parte sustantiva de la sociedad catalana y española. Filósofo, escritor y político –fue diputado en el Congreso por el PSC y eurodiputado por el PSOE—Rubert de Ventós fue amigo de infancia de Pasqual Maragall y una de las grandes inspiraciones intelectuales del ex alcalde de Barcelona, pero también del ex presidente de la Generalitat. Siempre dispuesto a sorprender, pero también a sorprenderse a sí mismo, el filósofo era capaz de irritar a los suyos y de ser admirado por sus supuestos adversarios políticos.

Pasqual Maragall, en la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona / FUNDACIÓ PASQUAL MARAGALL

Catedrático de Estética de la Universitat Politécnica de Catalunya, fue uno de los fundadores del Col·legi de Filosofia y diputado del PSC en el Congreso, entre 1982 y 1986, y en el Parlamento Europeo, entre 1986 y 1994. También ejerció de profesor en la Universitat de Barcelona (UB) y en varias universidades norteamericanas, como la de Harvard, Brown, Berkeley, Cincinnati y Nueva York, y fue entre 2003 y 2019 presidente del Premi Internacional Catalunya. Entre sus obras destaca Filosofia d'estar per casa, Pensadors catalans y 'Teoria de la sensibilitat nacionalista.

Distinguido con el Premi Ciutat de Barcelona (1963) por El arte ensimismado; el Premi Lletra d'Or (1969) por Teoria de la sensibilitat; el Premi Josep Pla de Narrativa (1991) por El cortesà i el seu fantasma y la Creu de Sant Jordi de la Generalitat (1999), Rubert de Ventós será reconocido por su libro Catalunya: de la identidad a la independencia, una especie de pequeña biblia para los que pensaron que se podía llegar a abrazar la independencia sin pasar por la defensa de un proyecto nacionalista, un ideario que, precisamente, había combatido el propio Rubert de Ventós y Pasqual Maragall frente a la CiU de Jordi Pujol.

BURGUESÍA INTELECTUAL

Pero lo que provoca la apertura de esa puerta es El cortesà i el seu fantasma, una obra en la que el filósofo explica su experiencia en el Madrid político, la situación que vive como diputado en el Congreso. En la obra narra las estrategias que los políticos de ámbito estatal tenían respecto al nacionalismo de Jordi Pujol, y cómo el propio PSOE busca tácticas para traspasar competencias a la Generalitat, sin que, realmente, sean efectivas. Eso provocó que Rubert de Ventós comenzara a pensar en la independencia como algo posible. Entendía que, buscando engañar a Pujol, se engañaba al conjunto de la sociedad catalana. Y fomentó una especie de proyecto independentista que no necesariamente tenía que pasar por la interiorización del nacionalismo.

Ernest Maragall en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

De ahí a la obra Catalunya: de la identidad a la independencia, que tuvo un prólogo de Pasqual Maragall, en el que señalaba que le daría la razón a su amigo de toda la vida si fracasaba lo que él iba a intentar con la reforma del Estatut. Luego llegó la sentencia del Tribunal Constitucional, el comienzo del proceso independentista, y Rubert de Ventós comenzó a ser la inspiración de la dirección de Esquerra Republicana, con lo que distintos dirigentes socialistas iniciaron ese viaje, entre ellos el propio hermano de Pasqual, Ernest Maragall, hoy candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona.

Rubert de Ventós ha sido también la personificación de una burguesía barcelonesa, intelectual, que ha estado en el centro de todo lo que se ha movido en los últimos 50 años en la capital catalana. Relaciones familiares, de amistad y políticas, que complicaba la distinción entre los distintos proyectos políticos.

Fallece el filósofo, el inspirador y el gran amigo de Pasqual Maragall.