La exalcaldesa de Gavà y ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez Jiménez, será la tercera candidata del PSC en las próximas elecciones generales. Socialista de la cosecha 2003, también conocida como la de “los capitanes” del PSOE del entonces llamado cinturón rojo, dejó un buen recuerdo y mejores resultados electorales como alcaldesa de Gavà con mayoría absoluta. Llamada a más altas instancias, en el Ministerio de Transportes le tocó bailar con las más feas, que son Renfe y Adif. Nombrada secretaria de Políticas de la Mujer del PSC en 2016, le tocó soportar en los consejos de ministros los desvaríos y fiascos de Irene Montero, señora de Iglesias, que avergonzaba y desprestigiaba a las feministas de verdad. Sólo por esta su santa paciencia merecería una medalla al mérito político.
Licenciada y máster en Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Raquel Sánchez se ha dado un gustazo al alcance de ninguna otra persona: aceptar las dimisiones de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera Posada, y del presidente de Renfe, Isaías Táboas. Motivo: la fabricación de trenes para Asturias y Cantabria que no entraban por los túneles de Cantabria ni Asturias. Una gesta de la incompetencia que convirtió en realidad aquella leyenda del gran tranvía de Mataró, que no podía salir por la puerta del hangar donde se fabricó. Con mucho trabajo bien hecho para intentar arreglar algo de Rodalies y de las infraestructuras de Catalunya, deja un legado que, gane quien gane las elecciones, alguien debería continuar.