La factoría de sanitarios Roca causó la invalidez absoluta y la muerte de un trabajador por exposición al amianto y el TSJC ha ratificado la sentencia porque la empresa no tomó las medidas necesarias para proteger al empleado, que falleció de cáncer. A todo esto, ni palabra ni un gesto humano del CEO de Roca, Albert Magrans, que ha dejado complicar aquella fatalidad hasta llegar al TSJC. Licenciado en Ingeniera Industrial por la UPC, MBA por Esade y profesor en la Generalitat, parece ser que no aprendió el humanismo empresarial que se enseña en Esade.

Presumen Magrans y Roca de estar presentes en 170 países y cinco continentes, de tener 76 fábricas y más de 20.000 empleados y de crear la Fundación We Are Water, cuyo objetivo es “contribuir a la resolución de problemas derivados de la falta de agua y saneamiento en el mundo”. Nada que ver con el trato que reciben los trabajadores en Catalunya, donde la Inspección del Trabajo denunció: “La causa de dicha patología (cáncer y asbestosis) es la exposición al amianto, que se produjo durante el periodo que duró la relación laboral con Roca Sanitarios”. Con tanto poderío mundial, el montante que se regateó al difunto no llegaba al medio millón de euros. Mientras, la empresa ha presentado un Ere en su factoría de Gavà que afecta a 168 trabajadores de los 700 que tiene en plantilla. Y así va la Generalitat, con un profesor tan ejemplar como Magrans.

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