El Director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Campistol, ha conseguido por octavo año consecutivo situar al Clínic como el mejor hospital de Catalunya y el cuarto de España. Gerundense nada mediático, el doctor y profesor Campistol es uno de aquellos cerebros privilegiados con un currículum profesional reconocido internacionalmente en las especialidades de nefrología, urología y trasplantes renales. Hombre sencillo y poco mediático, además de situar al Clínic entre la élite médica de España, ha logrado recuperar la fama y la buena opinión que había tenido el hospital entre los barceloneses antes de algunos años conflictivos. Cuando una frase habitual y popular era: “Si me ocurre algo, llevadme al Clínic”. Además, Josep Maria Campistol, con cientos de publicaciones en su carrera, es uno de aquellos médicos ejemplares de la Universidad de Barcelona. De los profundamente humanistas. De los que palpaban al paciente y le miraban a los ojos. De los que ofrecían consuelo al enfermo y a la familia cuando la ciencia ya no podía hacer nada más.
Dotado de una cualidad extraordinaria para formar equipos, el Índice de Excelencia Hospitalaria (IEH) General y Autonómico analiza los resultados de 2.100 encuestas a profesionales de la salud. Entre sus méritos: compromiso con la calidad y la sostenibilidad de un sistema de salud universal. La calidad asistencial. El servicio hospitalario. El bienestar y satisfacción percibidos por el paciente. La capacidad innovadora. La atención personalizada. Y la eficiencia al usar los recursos. Tener al mejor hospital y equipos médicos en todos estos parámetros es una satisfacción y una tranquilidad.