Una posición sólida, pensada, definida: "Si Barcelona es España, el Ibex debe estar más presente en la ciudad". Palabra de Jordi Valls.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona entiende que lo que se ha denifido como "Madrid", el entramado económico y político de la capital de España, debería plantearse un cambio de actitud, y empujar a favor de la capital catalana.
Quien lo verbaliza, porque su relación con el mundo empresarial es constante, es el cuarto teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, responsable del área de Economía, Hacienda y Turismo. Valls señala que el proceso independentista, que, a su juicio, todavía no ha acabado por completo, ha sido muy duro. Y que levantar la ciudad, que ya ha cogido una "velocidad de crucero", precisa del concurso de todo el mundo. "Si Barcelona es España, el Ibex debe estar más presente en la ciudad, sus representantes deben venir más y participar más. Los vamos a recibir bien. Barcelona es una ciudad abierta, y muchos sectores económicos de Madrid deben sentirse interpelados para que vengan aquí", asegura Valls.
El cambio político en Barcelona ha posibilitado ese nuevo enfoque. En la capital catalana gobierna, como alcalde, el socialista Jaume Collboni, aunque en minoría, con solo diez concejales. Jordi Valls, con una larga trayectoria en el sector público y privado --en el ámbito nacional e internacional-- repite un mensaje desde su entrada en el consistorio: la iniciativa pública es necesaria, pero se necesita "el sector privado".
Valls insiste: "Queremos implicar al sector privado", y lo señala en relación a distintos terrenos, desde la construcción de vivienda a la "gestión" del turismo en la capital catalana. Consciente de que en casa se deben hacer los deberes --y a su juicio los socialistas lo están haciendo en Barcelona y en el Parlament, con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa-- también reclama un cambio en Madrid.
Contra Ayuso
"Hay apelaciones y comentarios que muestran un gran desconocimiento, como esa idea sobre la burguesía catalana, que no aporta nada. España en su conjunto debe ser consciente de que sin Catalunya pierde un gran motor económico, y Catalunya debe saber que España es la quinta economía de la Unión Europa, y de que es mucho más fuerte si cuenta con todo el país. Barcelona, por ejemplo, es la capital científica de España y una de las grandes ciudades científicas de Europa y del mundo, pero lo es de España y debe apoyarse en esa realidad", señala Jordi Valls en una entrevista en el programa Converses de la Cadena Cope, con la participación de Metrópoli.
Jordi Valls hace alusión, por tanto, con una crítica severa, a la posición de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha apuntado hacia la "burguesía catalana" como la responsable de la situación de Catalunya y del proceso independentista, al tratarlo como una especie de chantaje.
Valls señala que el problema todavía no se ha superado, y apunta a un proceso de "veinte años, diez de crecimiento y diez de descenso", como sucedió en Quebec, cuando la provincia canadiense convocó y celebró su referéndum de independencia en noviembre de 1995. Pero sí afirma que Barcelona, y el conjunto de Catalunya, han comenzado a cambiar. Las circunstancias son otras. "Hay normalidad institucional, con el alcalde y el presidente de la Generalitat reuniéndose con el Rey, o con las entrevistas que realiza el alcalde Collboni con representantes empresariales, cosa que no sucedía en los últimos ocho años", precisa el cuarto teniente de alcalde.
Ese nuevo camino se debe mantener con el objetivo, también, de que las empresas catalanas que se fueron de Barcelona y del conjunto de Catalunya debido al proceso independentista puedan volver a corto o medio plazo. "Lo más importante en cualquier plan que tenga el objetivo de que vuelvan esas empresas es generar confianza y estabilidad. Debemos generar mucha más confianza, pero en todas direcciones. Sólo de esa manera se superará una situación que ha sido muy dura, y que desde Madrid se debe entender".
El modelo de Boston
El mundo de la empresa, que Valls conoce bien, debe saber interpretar, a su juicio, esos cambios para confiar en las instituciones catalanas y ayudar a una etapa de crecimiento y de proyectos ambiciosos. Uno de ellos, para Valls, es la Copa América de vela, que se celebra en Barcelona. "Nos ha dado autoestima, al margen de si atrae a muchos o a menos espectadores o turistas. Es un gran acontecimiento deportivo que vuelve a situar a la ciudad en el mundo", asegura.
Un de esos proyectos que debería prosperar, para Valls, es la ampliación del aeropuerto de Barcelona. "Debemos conocer el caso de Boston. Fueron las universidades y los centros de investigación los que empujaron para que Boston ampliara su aeropuerto y tuviera conexiones internacionales directas. Para Barcelona es esencial. Se trata, precisamente, de que la ciudad no tenga el monocultivo del turismo y logre inversiones y relaciones directas con Asia y Estados Unidos".