Pilar Díaz ha puesto fin a su extensa trayectoria al frente de la alcaldía de Esplugues. La alcaldesa socialista más longeva de Catalunya ha dado el salto, tras 18 años en el cargo, a la Generalitat, donde ya ejerce como delegada del Govern en Barcelona. La vara ha recaído, ahora, sobre Eduard Sanz, el nuevo alcalde que ha tomado las riendas de la ciudad en el mejor momento posible.
Con la progresiva consolidación de Esplugues, en palabras de la ya exedil socialista, como la "nueva centralidad metropolitana", Díaz ha proyectado el denominado modelo Boston sobre el municipio barcelonés. El nuevo "motor de la economía y el conocimiento" catalán que representa la ciudad, tiene ahora el reto de exprimir al máximo las sinergias que se puedan establecer entre los centros hospitalarios y las universidades, además de incidir en sus esfuerzos para seguir atrayendo inversión al municipio y consolidar un futuro hub de innovación.
Díaz lo tiene claro. Como expresó en su discurso de despedida del consistorio, Esplugues debe aprovechar esta oportunidad en la que ella y sus diferentes equipos han trabajado durante casi dos décadas, y que puede traducirse en multiplicar por cuatro el PIB. Generar riqueza para, después, redistribuirla.
Sanz ha heredado un cañón económico que ha contado con grandes transformaciones en los últimos años para olvidar la etiqueta de 'ciudad dormitorio'. La senda marcada por su predecesora requiere, ahora, que el nuevo alcalde garantice una adecuada continuidad.