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Alberto Torrejón, empresario y propietario del grupo Wakeful y con empresas como Wakeful Security y Wakeful S.L. vuelve a estar en el ojo de la tormenta. En apenas unos días los nombres de estas empresas han vuelto a la palestra mediática por reiterados incumplimientos laborales 

En L'Hospitalet de Llobregat, sus controladores llevan meses esperando percibir la última nómina que la empresa tenía que pagar antes de terminar con el servicio municipal que se les adjudicó. Lo mismo ocurre con finiquitos por extinciones de contrato producto del fin del servicio.

Pero el conglomerado que pilota este vecino de Mataró no solo tiene un problema en L'Hospitalet. Con más de un centenar de contratos públicos adjudicados por toda Catalunya, según ha reconocido a Metrópoli el empresario, la empresa de seguridad del grupo acumula más de un millón de euros de deuda, algo que debería inhabilitarla para presentarse a los concursos públicos. Ahora mismo, está siendo investigada por la Oficina Antifraude.

Y, como no faltan motivos para tenerla en el punto de mira, también ha sido señalada por contratar a personal de seguridad con causas abiertas por homicidio.

Además, la empresa se ausentó en hasta tres ocasiones durante la fiesta mayor de Santa Perpètua de Mogoda cuando tenían el encargo de prestar sus servicios en varios actos multitudinarios.

Las sanciones de Inspección del Trabajo que se acumulan, las declaraciones de ayuntamientos explicando el mal servicio prestado e incluso los litigios abiertos no amilanan al CEO, que asegura que existe una "persecución" y una campaña de difamación contra la compañía. Así mismo, en declaraciones a este medio ha negado todas las cuestiones de las que se le acusa.

Torrejón debería trabajar por atender a las necesidades de los trabajadores y sus reclamaciones. Pero él insiste en ser víctima de una manía persecutoria.