El suspenso de la semana: Alba Bou

Los vecinos del barrio de Urgoiti-Ponsich en El Prat de Llobregat piden más acciones al Ayuntamiento y a su alcaldesa, Alba Bou. Los residentes de esta zona cercana al centro del municipio hace tiempo que reclaman más inversión y actuaciones para evitar la espiral de okupaciones y robos que sufren desde hace años y que han denunciado de forma reiterada.

Esta pequeña zona del municipio, delimitada por las calles Nicolás María Urgoiti, Ponsich y Major, vive una situación complicada. El mayor plan urbanístico de Catalunya, que evoluciona a marchas forzadas tras años de retrasos y conflictos políticos, ha dejado atrás a los vecinos de la zona, atrapados en un limbo urbanístico que solo ha traído okupaciones, inseguridad, degradación y abandono institucional.

El Ayuntamiento asegura que está al caso de la situación crítica que viven los vecinos, sin embargo, las actuaciones policiales no son suficientes para quienes viven ahí, que llevan más de una década sufriendo el abandono de su consistorio. El resultado de la falta de inversión son calles en mal estado, suciedad y ratas, que se han convertido en el pan de cada día para unas 40 familias que denuncian sentirse completamente olvidadas.

Alba Bou llegó a la alcaldía de El Prat tras un enfrentamiento con el hasta entonces alcalde Lluís Mijoler, precisamente, por la promoción de 5.4000 viviendas que se deben construir con el proyecto de la Seda-Paperera.

Bou era la responsable de Urbanismo y Vivienda del consistorio, pero una disputa interna en el seno de Comuns Sumar la llevó a tomar el relevo. Precisamente bajo su responsabilidad se estancó el desarrollo del plan Seda-Paperera, y ahora, ni ella como alcaldesa ni su predecesor, han ofrecido soluciones claras ni acciones contundentes ante una situación que no deja de empeorar.